[PorQuéTeGustará] Nikoderiko: The Magical World Director’s Cut – Un inmenso salto hacia la diversión

La vida de las mascotas plataformeras nunca ha sido fácil… y en los tiempos que corren, donde la competencia es feroz, menos aún.  A lo largo de medio siglo en la industria videojueguil, las hemos visto surgir de casi todas las formas y colores, para estrellarse contra el suelo, en plan Willy E. Coyote, antes o después. Más allá de los que tienen abundante solera, como cierto fontanero italiano amante de las setas, y algún erizo azul (nunca nos sale su nombre… «Sánic», o algo así), van siendo olvidados en su mayoría, o no encuentran su hueco en el mercado actual.

Era el choque de puños, o un apretón de manos a lo Chuache-Apollo Creed…

Dragones violetas, gatetes con ovillos, marsupiales pasados de rosca… nunca ha faltado cantidad (aunque no siempre acompañada de calidad), y parece que hoy en día ya ninguna es capaz de evocar la diversión directa y sin complicaciones de antaño. Afortunadamente, aún hay equipos de desarrollo con la creatividad y maña suficientes, como la peña de Knights Peak, para dar vida a nuevos seres digitales que protagonicen un juegazo así. Su par de mangostas nos brindarán una experiencia con aroma a clásico, pero con la innovación y modernidad necesarias a día de hoy. Todo un salto a la altura de los más grandes.

En busca del arca perdida en el templo maldito

Vaya por delante un dato que a nadie sorprenderá, pero que no vamos a ocultar: por muy molona que sea una mascota/personaje digital, o endiabladamente divertido el juego plataformero que protagonice, los títulos en este género no suelen gozar de un trasfondo argumental excesivamente elaborado. De hecho, en la mayoría de casos, roza lo inexistente («¡Oh, cielos, la princesa ha sido secuestrada y está en un castillo… bueh, en OTRO castillo!»). Por suerte, en Nikoderiko algo de historia ligerita sí tendremos.

Al reventar las cajas, salen peras. ¿Manzanas? Never, dan algo de miedete los abogados de Activi—

La aventura comienza con nuestro héroe y su acompañante al timón de un globo aerostático estilo steam-punk, en dirección a una isla flotante (tipo Skylands/Pandora avatariense). Esta escena inicial nos presentará a Niko y Luna, dos mangostas caza-tesoros, a las que, por su indumentaria y actitud, solo les faltaría tener nombre de perro/estado norteamericano para que el homenaje fuese redondo a la saga del arqueólogo ese que busca movidas para museos. Bueno, y ya puestos, apellidarse Jones (Niko Jones… si lo dices muy seguido, suena de fábula, ¿no?).

Vagonetas sobre raíles. Todo arrancó en el restaurante «Obi-Wan» y ahora buscamos a un nene llamado «Tapón»…

Desgraciadamente para nuestros protas, al poco de dar con una valiosa antigüedad, aparece una tropa de bellacas serpientes y nos roban el botín,consiguiendo huir por los pelos… pero sin alijo. Tocará emular a Gollum, para recuperar nuestro -recién adquirido- tessssooooro, persiguiendo a los maleantes. Nos aguardan encuentros con otros dicharacheros personajes, diálogos con algo de sorna y comedia (con un doblaje al castellano fantástico) y situaciones apropiadas para toda la familia.  Aunque alguna muertecilla -no traumática- sufriremos en nuestras carnes mangostianas…

Yo digo saltaaaa, salta comiiiigooo

Ya lo cantaba aquel grupo con nombre de bebida espirituosa mexicana en los 80; y es que pocas cosas hay para estar con una buena sonrisa en la cara y sin preocupación que saltar. Y en Nikoderiko no van a faltar los brincos (anda, otro grupazo, este patrio y de los sesenta) por doquier. Con un esquema de control extremadamente intuitivo y sencillo, realizaremos infinidad de saltos simples/dobles, pero también planeos, rebotes contra pared o golpetazos contra el suelo, entre otras acciones, como agacharnos, deslizarnos y agarrar/lanzar objetos; todo, con el joystick direccional y un par de botones solamente.

Ya tocaba que repusiesen «Humor Amarillo»…

Desde un mapa general (muy al estilo de los presentes en títulos del fontanero bigotudo), escogeremos el «mundo» en el que jugar, y la fase correspondiente dentro de él. Se irán desbloqueando de forma consecutiva los siguientes niveles según avancemos, tras completar los anteriores. Un desarrollo en conjunto con reminiscencias a grandes clásicos del género, abundante en inspiración hacia las entregas plataformeras de mascotas archiconocidas, cercano al homenaje.

Habrá fases con desarrollo puramente 2D lineal (de izquierda a derecha), pero también otras donde movernos en las tres dimensiones hacia el fondo de la pantalla o al frente, como las del chalado peramélido -mirad qué bicho es en la Wiki si no lo intuís-. La variedad jugable aumentará con zonas de «conducción», montados a lomos de sapos, dinosaurios y otros «vehículos» de tracción animal (PETA dislikes), sin faltar tampoco otro tipo de etapas habituales: las acuáticas. Bajo del mar, no solo encontraremos a familiares de Sebastián y Ariel, nos tocará afinar más nuestros movimientos para no ser arrastrados por la dinámica de fluidos… aunque el asunto se pone menos cuesta/arrecife arriba cabalgando sobre un caballito de mar. ¡Arre, Imperioso marino, arre!

No, no hay barra de oxígeno, ni música estresante avisando de que nos ahogamos. TRAUMITAS.

Niko Drake y Luna Croft

El exquisito control de nuestros protas (podremos alternar el manejo entre ambos dos al gusto) resulta esencial para escalar cornisas, evitar caídas al vacío, no acabar ensartados en pinchos o alcanzar plataformas móviles como otros grandes héroes virtuales… Y, al igual que estos, no solo iremos de saltimbanquis por ahí. En nuestra revancha contra Grindbald, el barón Cobring (claro, son cobras… que cobran) también resolveremos algún sencillísimo puzle visual, o investigaremos para encontrar la entrada a zonas secretas y bonus extra.

Hay montones de objetos por descubrir y coleccionables que recolectar, como luciérnagas dispersas por cada escenario (similares a las del bicho francés ese sin brazos ni piernas), monedas, llaves o letras -sí, como en el Monete Country-. Tocará vigilar los tres corazones rellenables, equivalentes al número de toques que resistiremos antes de perder una vida, pues si no calculamos el riesgo ante el premio posible, podemos acabar fácilmente en el punto de salvado anterior. Por fortuna, estos check-points son bastante generosos, con un puñado de ellos distribuidos por cada nivel para evitar frustraciones.

Buah, esos géiseres deben dar tanto gustirrinín como los famosos chorritos que salen de los «tronos» japoneses.

No solo por darnos un baño de lava o precipitarnos hacia la nada nos tocará estar ojo avizor. Multitud de peligros móviles y sintientes nos atosigarán con su mala baba. Amén de los reptantes -de varias formas y tamaños-, también nos atacarán cangrejos, pajarracos, tiburones… una fauna bien peligrosa. Y qué decir de los jefazos finales. Auténticos mostrencos a los que tocará analizar y enfrentar con la máxima tensión, pues aunque sus patrones ofensivos parezcan simples, nos pondrán en aprietos al mínimo despiste. Sus fases incluyen diferentes etapas y mecánicas que aportan diversidad y diversión por igual en batallas épicas.

No entiendo por qué un castor puede llegar sombrero, y a mí no me dejan vestir con boina…

Ultra Mega Hiper Director’s Cut

Aunque Nikoderiko ya era un juegarral cuando se lanzó originariamente en el 2024, esta revisión corrige pequeños fallitos presentes en aquella, y añade ajustes jugables, expandiendo niveles o equilibrando diferentes aspectos. Por ejemplo, se han ajustado los niveles de dificultad (hay tres presentes), siendo el más bajo ideal para jugar en familia o con peques, mientras que el «duro» acerca el título a una experiencia de reto extremo más cercano a un Souls/masoquismo digital, con varios modificadores. Suerte que en la tienda y en el taller dentro del juego podremos comprar objetos de ayuda, para aligerar si nos flipamos al elegir la dificultad.

Bocetos, diseños, explicaciones del proceso creativo… ARTE, con mayúsculas

También se han realizado retoques gráficos, para brindarnos un apartado visual aún más precioso. Aunque la cámara se mantiene siempre fija, esto no nos impedirá apreciar la belleza de los escenarios, híper-detallados y coloridos, dignos de peli CGI animada, con sus desiertos, bosques, minas o montañas. Por su parte, las animaciones de nuestros protas y las de los enemigos son fluidísimas. Acompaña al apartado gráfico la exquisita música compuesta por David Wise (leyenda en el medio), y unos efectos brillantes, que también suenan de lujo por el altavoz del mando (en el caso de la Play) para ofrecer más inmersión. Oh, y se incluye una galería con modelados 3D y artes para poder apreciar con calma cada currado diseño.

Zorro Estelar, Sapos de Batalla, Monete Rey… el genio detrás de esta BSO tiene un portafolio de trabajos bien… «Rare»

Un mundo mágico para compartir

Antes de nuestras típicas conclusiones, dejamos uno de los puntos fuertes para el final: el multijugador cooperativo. Y es que, en cualquier momento, podremos arrancar la partida jugando a dobles de forma local. ¡Doble diversión con la cooperación! Si con esto no os convencemos ya de cuánto merece la pena este Nikoderiko The Magical World Director’s Cut, os vamos a tentar -más- con la fabulosa edición coleccionista, exclusiva de GAME, que incluye la banda sonora en CD, caja especial y un magnífico libro de arte. Tenéis tanto esta versión, disponible para PlayStation 5, Xbox y Nintendo Switch, como la normal, en la web de la cadena o en cualquiera de sus tiendas. Si buscáis un juego de plataformas moderno, pero con todo el sabor de los clásicos, Niko y Luna no os van a defraudar. ¡Id saltando a por él!

Si fuese mascota de un conglomerado que mezcla papel, alquitrán y cianuro, se podría llamar «Nikotiniko»