Vampiros. Estas criaturas, que se alimentan a base de plasma sanguíneo, llevan largo tiempo entre nosotros, aunque últimamente nos los podemos encontrar en muchos sitios; no queremos decir que volviendo de parranda de madrugada nos lo vayan a chupar todo (nos referimos a la sangre, obvio), sino que forman parte de la cultura popular desde hace siglos y están más presentes que nunca en obras de ficción.

Tiroriroooriiiirooooo BAAATMAA—–Upssss, se nos ha colado la canción equivocada.
Mitad persona, mitad murciélago, todo bicho. Estos no-muertos empezaron su periplo como seres fantásticos en el folclore y la tradición oral de lejanas tierras, pero la literatura ayudó a extenderlos por numerosos países. Llegados a los últimos dos siglos, los medios audiovisuales los encumbraron hasta alcanzar la fama a escala planetaria, primero con el cine y décadas más tarde en el ocio electrónico. Y si hablamos de videojuegos y chupasangres, solo puede haber un nombre que se nos venga a la cabeza: Castlevania.
El origen de la gran saga de Konami se remonta al año 1986. En aquella época, se llevaban los cardados a tope de laca y las chupas de cuero molonas, y no los tipos cuyo pechete parece recubierto de diamantes brillantes (Edward<Jacob). El creciente mercado de las videoconsolas necesitaba nutrirse de ideas frescas, y desde la compañía japonesa decidieron probar suerte con Akumajo Dracula, que sería rebautizado como Castlevania (es lo que sale si juntas castillo y Transilvania) para su desembarco en Occidente. La jugada salió redonda y la franquicia, pese a algún altibajo, continúa siendo hoy en día una de las más apreciadas por los jugones de todo el mundo.

“Holis, vendo galletitas de las girl-scouts. Parece que le interesa, menudos dientes se le han puesto…”.
Desgraciadamente, en los últimos años, Konami se ha alejado del desarrollo y producción de videojuegos para centrarse en las máquinas de Pachinko (japonesada similar a una caja amiga de supermercado) y en su cadena de gimnasios (ni es broma, ni se nos ocurre ninguna de peso. JA). En consecuencia, varias de sus sagas más famosas han dejado de recibir nuevas entregas, resultando imposible jugarlas en las generaciones de dispositivos más recientes. Afortunadamente, los vampiros son inmortales (obviemos el agua bendita, el ajo… o lo de rebanarles la azotea) y actualmente contamos con varios recopilatorios en formato digital, lanzados hace bien poquito, para jugar en consolas modernas. A continuación, os los detallamos, fijo que os pondremos los dientes largos…

Un buen látigo te hace el apaño en cualquier situación: azotar esqueletos, reventar paredes, cambiar de vagón de tren, recoger reliquias de museo…
- Castlevania Anniversary Collection (2019). Disponible en PlayStation Store, Nintendo eShop, Xbox Store y Steam. Esta compilación incluye las primeras entregas de la saga, para plataformas de 8 y 16 bits, con alguna sorpresilla añadida. Asistiremos al primer enfrentamiento de Simon Belmont con Drácula, nos pondremos en la piel del primer cazavampiros español (Segoviano, como el acueducto o el cochinillo), o gozaremos con la versión más cuqui e inédita por estos lares del conde. Se trata de juegos de plataformas y acción lateral en dos dimensiones donde la linealidad al desplazarnos es una máxima, salvo en la segunda y tercera parte, que permiten exploración y elección de caminos, respectivamente.

“¿Toc Toc, se puede?” Si nunca os explicaron lo de no entrar sin invitación a la morada de un señor oscuro, a Simon tampoco…
Los combates con cabezas de medusa, hombres lobo y demás bestiario habitual de la franquicia hacen aquí su primera aparición. Y por si tras ocho aventuras os quedáis con ganas de saber más, también se incluye un libro digital como mogollón de datos y diseños. Enumeremos los títulos que se recogen en este producto:
- Castlevania (NES, 1986)
- Castlevania II Simon´s Quest (Nes, 1988)
- Castlevania III Dracula’s Curse (Nes, 1990)
- Super Castlevania IV (Super Nintendo, 1991)
- Castlevania The Adventure (Game Boy, 1989)
- Castlevania II Belmont’s Revenge (Game Boy, 1991)
- Castlevania Bloodlines (Mega Drive, 1994)
- Kid Dracula (Famicom, 1990).

Alucard y su espada. El mejor ejemplo de cómo agarrársela muy fuerte, y mirarla muy fijamente… sí, seguimos refiriéndonos a su afilada arma.
- Castlevania Requiem (2018). A la venta en la tienda digital de PlayStation. Este recopilatorio engloba solo dos entregas de la saga… pero vaya par: para muchos fans, sus mejores exponentes. Dos juegazos, cada uno representante absoluto de las ramas jugables de la saga, que se te clavan como una estaca en el pecho, dejando marca para siempre. Estas revisiones incluyen varios filtros visuales y marcos de pantalla, guardado rápido y una correcta traducción al español. Toca un merecido desglose:

Los vampiros son negacionistas del cambio climático. Aquí vemos a Ritcher discrepando, en una noche cualquiera en la península.
- Castlevania Rondo of Blood (Turbo-Grafx, 1993). Que la consola de NEC en la que se lanzó originalmente tuviera poquito éxito fuera de Japón, ayudó a crear un halo de misterio y deseo alrededor de este juego. Pixel-art de la máxima calidad posible en máquinas de 16 bits, sumado a la jugabilidad clásica, pero añadiendo más secretos y rutas alternativas que nunca. Manejaremos a Ritcher Belmont en varias fases de diseño exquisito, teniendo que medir cada salto (los que vuelan son los vampirillos, no nuestro prota, lástima) y haciendo buen uso de su látigo y armas secundarias. Un reto difícil, que nos exigirá memorizar patrones enemigos y una gotita de paciencia.

“¿Qué es un meme? Una miserable pila de secretos” Traducciones para la posteridad.
- Castlevania Symphony of the Night (Playstation, 1997). Mastodóntico, colosal, inigualable, supervampiristicoapabullante… el diccionario se nos queda sin adjetivos, así que inventamos alguno más. Y es que para definir una obra que ayudó a crear un género (lo de Metroidvania sale de aquí y de… adivinad la otra parte, es fácil) es fácil quedarse sin palabras. Olvidad todo lo visto anteriormente en la saga, toca ser golpeados por la mezcolanza perfecta de Rol, acción, plataformas y aventura.

La excusa perfecta para no estudiar: “mamá, me atacaron los libros”.
Gráficos 2D pixelados con los diseños más exquisitos imaginables, un bestiario gigantesco, un arsenal variado, y una banda sonora inolvidable. Si nunca habéis tomado el control de Alucard en la odisea para dar un salvaje abrazo a su papuchi, esta es vuestra oportunidad. Hay pocas leyendas que se forjen con ceros y unos, ésta es una de ellas.

Cuatro maromos. Tres cabelleras plateadas. El estrés de cazar bicharracos desde temprana edad.
- Castlevania Advance Collection (2021). La colección de la saga más actual se puede adquirir para PlayStation, Switch y Xbox en sus respectivas tiendas digitales. Siguiendo la senda del éxito marcada por Symphony of the Night, Konami desarrolló tres preciosas entregas para la Game Boy Advance de Nintendo. Aquella maquinita portátil era ideal para juegos en 2D, y la empresa japonesa la exprimió a tope con tres juegazos que, optando por el estilo metroidvania anteriormente citado, innovan con sus propios sistemas de combate y opciones para tener una identidad propia y diferenciada.

La última vez que me ofrecieron probar un ardiente látigo, juraría que no se pareció en nada a esto…
Cual vampiro que sigue una dieta saludable (poco carbohidrato, mucho páncreas) este trío no envejece con el transcurso de los años. Se les han añadido para la ocasión varias opciones gráficas y guardado rápido. Y como plus, una completísima enciclopedia y otro juego extra: Vampire’s Kiss (sutilmente lo llaman beso, en mi pueblo es ñasco o chupetón). Resumamos todo el contenido de esta edición:
- Castlevania: Circle of the Moon (GBA, 2001)
- Castlevania: Harmony of Dissonance (GBA, 2002)
- Castlevania: Aria of Sorrow (GBA, 2003)
- Castlevania: Vampire’s Kiss (SNES, 1995)
Hasta aquí este repaso de la saga vampírica por excelencia. Si os apetece pillar alguno de los recopilatorios, recordad que podéis añadir fondos a los monederos de vuestras consolas desde GAME.es o cazar las tarjetas prepago en cualquiera de las tiendas GAME (100% libres de chupasangres, y sin olor a ajo). Si os quedáis con ganas de hincar el diente a más cosillas de esta legendaria saga, también disponen de productos de merchandising chulísimos, como los cuadros Pixel Frames o los Funko Pop basados en la nueva serie de animación. Nosotros os dejamos ya, hemos quedado en el castillo de cierto Conde, tenemos una entrevista…