[#Especial] Mascotas y sucedáneos en videojuegos – Parte 1

Mascotillas… quien más y quien menos, ha tenido alguna o disfrutado jugueteando con la de algún familiar. Como mínimo, fijo, viendo cómo hacen cosas… mascotiles, en vídeos por la red de redes. Pueden ser divertidas, cuquis, exóticas y, a veces, incluso tienen hasta un poquito de la personalidad de sus propios dueños, y viceversa (o eso pienso de mi hermano y su cerdete vietnamita). Pero, ante todo, ofrecen cariño y fidelidad a cambio de muy poquito (un cuenco lleno y un premio de vez en cuando, a lo sumo). ¿Acaso no debería tener toda la gente derecho a algo así? Pues lo mismito llevan opinando, desde hace mogollón de tiempo, numerosas multinacionales del mundo entero…

Sabe más el zorro, por espacial, que por viejo.

Un payasete con apellido escocés, que goza de las papas fritas mientras causa traumas a infantes en restaurantes. Un muñeco de caucho blanco, redondete como una rueda, que ahora se ha puesto healthy. Cierto conejo al que nunca se le acaban las pilas, durando y durando (fijo que hace feliz a alguien en su madriguera. Con los quehaceres domésticos, claro). Ese adorable y rellenito señor de canosa barba, que siempre viste de rojo y se atiborra a refresc— Wait, que este ya viene de siglos atrás, malditas leyendas urbanas. Vale, hasta aquí queda claro, las grandes empresas llevan usando mascotas corporativas (y sacando rédito de ellas) toda la vida. Y oye, las dedicadas al ocio electrónico también se las gastan en este tipo de marketing, no iban a ser menos. Son una fantástica manera de identificar a la marca, y fardar de éxito… cuando se obtiene.

Bugsy, calienta, que sales…

Vamos a hacer un breve (JÁ) repaso a un puñado de los iconos más representativos y clásicos en los videojuegos. Algunas son mascotas más oficiosas que oficiales, otras han quedado como tal en el imaginario popular, varias son bizarradas que nos apeteció añadir, y unas pocas han sucumbido al ostracismo más absoluto, desterradas y olvidadas por sus «creadores». Conste, renegar de una adorable criatura (o una aberración digna de Lovecraft), en la que invertiste millones y quisiste como a un hijo, puede estar mal visto… pero los tiempos cambian, hay que evolucionar, adaptarse a los variables gustos del público y tal. NOTA: Ningún animalico o criatura virtual ha sufrido daños físicos durante la realización de este especial.

1. NINTENDO Y … UF, COJAMOS AIRE PARA ENUMERAR CANDIDATAS: Kirby, Donkey Kong, Pikmin, Link, Yoshi, Canelita, Samus… son tantísimas las Propiedades Intelectuales de la legendaria empresa japonesa, todas con un fortísimo calado cultural, que cualquiera de ellas podría ejercer perfectamente como abanderada de la casa de la N. ¿Se nos olvida algún personaje más importante? ¿Un fontanero italiano bigotudo que incluso ha protagonizado taquillazos (y fiascos) cinematográficos? Perdonad, esto último era por los LOLes esos, cómo no íbamos a nombrar a LUIGI…

No hace falta excusa alguna para poner una imagen de Wario. El mejor anti-héroe EVER, y más carismático que su riv–

2. SEGA Y… ¿SANIC? ¿SUNIC? ¿SEN—? Corcho, arriba se nos olvidó mencionar al tipo de la gorra roja, y justamente ahora se nos ha olvidado el nombre de cierto erizo azul… Sonic, leñe. Poca presentación necesita nuestro antropomórfico y puntiagudo amigo. Nacido a inicios de los noventa, lleva correteando a toda pastilla, calzado con sus molonas zapas rojas, por casi todas las consolas habidas y por haber. Al menos, desde principios de siglo, cuando su corporación madre abandonó la fabricación de consolas y él empezó a saltar a las que fueron, hasta hacía nada, su competencia. A día de hoy, ha salido en decenas de juegos de todos los géneros (conducción, lucha, deportes…), ha compartido pantalla con su antiguo rival Mario, y al igual que este, ha protagonizado un par de films. Exitosos ambos, eso sí. Una anotación, ¿sabíais que su primera aparición no fue en su primer título para Mega-Drive, si no en el arcade Rad Mobile?

Vaya, vaya… parece que alguien es aficionado a «Bola de Erizón» y sus Super-Saiyanes…

3. UBISOFT Y RAYMAN. Cero extremidades, todo carisma. La baguette, el cruasán, la torre Eiffel, Mbappé… son numerosos los aportes culturales que desde la Galia nos han brindado, pero ninguno tiene el encanto de Rayman. Un protagonista mágico y heroico, que lleva recorriendo mundos de fantasía oníricos desde 1995, pegando brincos con la ayuda de sus oreja-hélices. Una docena de títulos en una cantidad aún mayor de sistemas domésticos, inicialmente enfocados en el género plataformero, que en los últimos lustros han virado hacia los party-game (mini-juegos familiares). Algo de culpa han tenido ciertos conejos, levemente perturbados y rabiosos, surgidos como «enemigos», y que ya casi han relegado al pobre orejudo a un segundo plano, adueñándose de la franquicia (y del cariño de los usuarios). Los Rabbids, con su humor to’loco y muchos desatascadores, han gozado incluso de series de TV, y recientemente hasta de cross-overs con el icono Nintendero… Rayman, al banquillo, liebres taradas, es vuestro turno. OH LÁ LÁ.

Aquí iba una broma sobre lo bien que les sienta el outfit, pero fijo que luego nos tildáis de promover el furr—

4. SONY Y… ¿SACKBOY? ¿RATCHET? ¿ASTRO-BOT? ¿¡KRATOS!? A ver, para los progenitores de PlayStation está la cosa algo difusa, así que cada cual puede escoger su favorito entre sus sagas exclusivas más famosas. Criaturas de lana, peluchitos, robots ultracuquis o descuartizadores espartanos… hay mucho donde elegir. Yo me decantaría por un perrete rapero (Poochie no, Parappa) muy molón o, si acaso, por un ser que realmente llegó a mascota oficial… durante escaso tiempo (meses, días, u horas. No se sabe con exactitud): Polygon Man. Perdió su trabajo, prematuramente, cuando en Sony descubrieron que daba mal rollo y miedete. Que a nivel de mercadotecnia pareciese un diseño escasamente atractivo tampoco le ayudó. Ah, para algunos estudiosos y versados, Toro Inoue, un gatete feliz proveniente de la tierra del Sol Naciente, aparecido en un puñado de juegos que no salieron de Japón, debería ser la auténtica mascota Sonyer. Hasta que lo vea en figuritas, lámparas o camisetas… yo digo NO.

El material con el que se forjan las pesadillas.

5. NAMCO Y PAC-MAN. Una de las compañías con más solera de esta industria, absorbida hace ya casi veinte años por Bandai, creó uno de los iconos de mayor impacto universal, allá por los ochenta. Venga, corred y preguntad si no a vuestros abus, o a la yaya, si les suena el «comecocos». RESPECT. Versionado, parodiado, clonado y querido a partes iguales, pocos diseños tan sencillos y concisos han alcanzado tales cotas de fama. Mirar un pizza sin una porción, y que se te ocurra teñirla de amarillo, introducirla en un laberinto a tragarse fantasmas y píldoras es una genialidad, solo al alcance de los más iluminados. No vamos a enumerar cuántas entregas se han lanzado al mercado (casi infinitas), apariciones estelares como invitado (pila mazo), o consolas en las que ha salido… básicamente, si tiene circuitos, ha tenido un Pac-man. Anécdota: ¿sabéis qué nombre primigenio tenía la criatura al romanizarse del japonés? PUCK-MAN. Solo hace falta entender algo de inglés, cambiar una letra, y pelín de mala baba para intuir por qué cayó en desuso…

Pac-man, un referente para la ruta del Bakalao. Se consumían muchas cerezas y otras frutas durante el viaje, claro.

6. ACTIVISION Y EL ETERNO DEBATE: CRASH O SPYRO. El gigantesco conglomerado digital californiano (¿que ahora pertenecen a quién?) acoge bajo su brazo a dos de las criaturas que mejor encajarían en el concepto de mascota videojueguil. Nacidas en la primera Play, tras unas adquisiciones aquí, y unos cambios de derechos allá, ambas se disputan (en plan colegueo) actualmente el trono de personaje más icónico de Acti-Blizzard. El marsupial ha recogido cajas de manzanas en casi todas las consolas de Sony, Microsoft y Ninty de las dos últimas décadas, en entretenidísimos títulos de plataformas, karting o mini-pruebas. Por su parte, el dragoncito morado, ha compartido presencia en casi las mismas máquinas, pero se ha alejado menos de las aventuras saltarinas, dándose también un garbeo por las Skylands. En estas tierras de altura (viva la literalidad de una traducción) acontecieron varias entregas de sus andanzas, en juegos de mecánicas «toys-to-life»: comprabas muñequitos súper chulos de los personajes, los ponías en un portal, y mágicamente, saltaban a la pantalla. Más flipante y novedoso, difícil. Chúpate esa, Bandicoot.

A la izquierda, un miembro de los peramélidos. A la derecha, uno de los… ¿dracónidos? ¿draconianos? ¿largartijae-ficticiae?

7. LA BEBIDA DE COLA QUE NO EMPIEZA POR «COCA» Y PEPSIMAN. Pocas cosas hay más refrescantes y azucaradas que una lata de… espera, lo nuestro no es hacer publicidad (al menos, no gratis), pero es que la compañía de bebidas gaseosas se marcó un puntazo con este título, y logró su objetivo de que se hablase de ella. Al menos, entre los jugadores japoneses (no salió de su país natal) de PlayStation, allá por 1999. Las revistas, el boca a boca e internet hicieron el resto para el occidente. Pocos productos promocionales tan explícitos, rozando lo exagerado, para una marca, han llegado tan lejos… o al menos, nos han dado para tantas risas. Imaginad un calco jugable del anteriormente citado Crash Bandicoot, pero manejando a un tipo en ajustadísimas mallas (es como si no llevara nada). Corremos automáticamente hacia el final de cada nivel, mientras evitamos camiones de la compañía y otros obstáculos, y sumamos puntos recogiendo latas (pista: no son de conservas). No es un pájaro, no es un avión, pero sí es un superhéroe… ES PEPSIMAN. Y jamás ha vuelto a protagonizar otro juego, qué cosa.

Mientras este corre, nosotros seguimos esperando los maletines. Si no rebosan de pasta, mínimo, vendrán a full con botellas de 2 litros y Dorit—

8. AMIGA Y ZOOL. El ordenador personal de Commodore, y favorito de Alejandro Sanz (le dedicó uno de sus primeros temazos: «Amiga mía»), tuvo grandes juegos en su catálogo, aunque ninguno llegó a representarlo o simbolizarlo, como en otras casas y casos de la industria. Hacía falta una mascotita oficial… que nunca llegó. Intentos sí que hubo un buen puñado, y aquí vamos a destacar al prota de este juego de acción y plataformas desarrollado por Gremlin Interactive. No, esta no era la empresa rival de Gizmo, si no una desarrolladora inglesa, que trabajó con varios distribuidores, y que obtuvo un pelotazo con Zool, porteado posteriormente a Atari ST, Game Boy, Game Gear y Super NES, entre otras. En este título, manejamos a una criatura mitológica disfrazada de ninja, que ha de atravesar siete niveles y superar otros tantos jefes finales. Todo con unos coloridos gráficos, llenos postres, gominolas, chuches y… espera, ¿estaba patrocinado por cierta marca de piruletas española?

Imagen conceptual (descartada) para la adaptación de un famosísimo manganime. ¿Cuál? CANDY CANDY, obvio.

Vaya, pues entre escribir sobre caramelos de palo para lamer o «chupar-chuses» (no debería sonar turbio. Pero SÍ), y refrescantes néctares, me ha entrado la gusilla, igual es buen momento de parar y darle al papeo. Próximamente, si no me despiden tras tantas sandeces, trataremos sobre otras criaturas molonas y rarezas varias que se han quedado en el tintero digital… confío que, al menos, me dejen seguir ejerciendo de mascota, en todo caso. Recordaros que, si sois fans de alguna de las mascotillas, aún en activo, aquí mentadas, tenéis disponibles en la web de GAME todas sus entregas actuales, y mogollón de merchadising muy molón.