Ya lo dijo (escribió) la eterna Gloria Fuertes, «Viajar es un Placer»… pero corcho, que si cuadrar las vacaciones aquí, hacer/deshacer las maletas allá, comprobar que los manjares exóticos no te maten (un besi a toda la peñita alérgica que nos lee)… demasiadas variables. Ah sí, y el tema monetario igual también importa su peso en or-Euros. Nada, tiremos por algo más cómodo y económico: los viajes virtuales. Vacaciones para toda la familia, o al menos para quien maneja el mando, que salen más rentables y sin riesgo ni estrés (ni escuatro) alguno.
Esta vez, vamos a proponeros un puñado de viajes, alrededor del globo cortesía de Aerolíneas AC. Las gentes de Ubisoft llevan casi 20 añazos desarrollando títulos de la saga Assassin’s Creed, documentándose e informándose cuidadosamente para ello. Ante todo son títulos divertidísimos, pero además, añaden un componente geográfico e histórico que les aporta sorprendentes matices. Pasamos a enumerar un puñado de ellos, los que más nos calaron con sus visitas virtuales, así que se trata de un top muy subjetivo, coime (nada de maldecir en arameo por no incluir vuestra entrega favorita, porfiplis). No hace falta que cojáis la rebequita para abrigaros, ¡despegamos!
CANTINERO DE CUBA, CUBA, CUUUBA
Empecemos con unas vacaciones, de auténtico lujo, al otro lado del Atlántico. Ah, el Mar Caribe, bañando con sus cristalinas aguas multitud de paradisíacas islas. Qué más se le puede pedir a la vida: una tumbona, cócteles con sombrillitas, flora y fauna ansiosas por finiquitarte, corsarios de cuestionable higiene… Vaya, que esto es un juego de la franquicia, nada de modernos resorts de ocio contemplativo y bebercio; tiene que haber riesgos, complots geo-políticos y un pelín de fantasía. Esto es Assassin’s Creed IV Black Flag.
Preparaos para ascender de grumetillos a piratones con todas las de la ley (bueh, o sea, no) en esta fascinante aventura que nos permitirá recorrer las costas de las Indias Occidentales, adentrarnos en sus selvas y deambular por ciudades como Nassau, Kingston o La Habana a principios del Siglo XVII. Por primera vez en la saga disfrutaremos de intensas batallas navales y arrasaremos fortalezas enemigas mientras exploramos en nuestro barco. No faltarán atolones, ruinas Mayas (como la abeja), plantaciones de azúcar (ni será moreno, ni cantará) y cocos por doquier. Todo aderezado con el clásico mix de sigilo y parkour, presente desde el AC primigenio. Si sueñas con las antillas (de chocolate no, de América), embárcate en el navío de Edward Kenway.
LIBERTÉ, EGALITÉ, BAGUETTÉ (y croissanté)
¡Oh, la la, París! La ciudad de la luz, con sus idílicos paseos a orillas del río Sena (como la Princesa Guerrera), mientras un mimo nos hace «mimadas» de camino al restaurant de moda, donde el chef es una rata. Igual de este popurrí de tópicos y referencias pop (sin rencores por las fresas, vecinos), no hay mucho que aparezca en Assassin’s Creed Unity, pero vaya si hace honor al apodo de la ciudad, porque París LUCE, con mayúsculas, fantásticamente. Sujetad bien vuestra boina y que no se os caiga el brioche mientras saltáis de azotea en azotea.
Fuera bromitas, la representación de la capital francesa es asombrosa. Se han usado multitud de planos y referencias para que las calles parisinas virtuales sean lo más fieles a las reales hacia finales del siglo XVIII. Lujo (el palacio de Versalles en todo su esplendor), pobreza (callejones donde la clase obrera malvivía), y quizás alguna guillotina. Que va a empezar la revolución y el cuerp—perdón, la cabeza, lo sabe. Además, por primera vez en la saga nos podremos colar en multitud de edificios, todos con sus interiores totalmente detallados, para analizar las costumbres de la época. Oh, y solo por ilustraros (JÁ): tan soberbia fue la recreación virtual en el juego de la catedral de Notre Dame, a escala 1:1, que se ha rumoreado con la colaboración de Ubi durante la reconstrucción del templo. ¡Que me aspen el bigote con miguitas de Roquefort!
OOOH SAY CAN YOU SEEE (cantando, con la mano en el pecho)
Entonemos el himno estadounidense (sin gallos) con Assassin’s Creed III. Un juego que se desarrolla a caballo, literalmente, entre las ciudades de Boston y Nueva York allá por la época de la fundación del país. También tendremos una extensa zona rural, «La Frontera», con su bosque de frondosos árboles y donde los animalicos se dejarán hacer carantoñas… o nos las harán a nosotros en formato mordisco/zarpazo. Tribus nativas luchando por mantener sus formas de vida en armonía con la naturaleza, personalidades históricas y políticos sin escrúpulos, o varios acontecimientos que marcaron el rumbo de la humanidad se juntan en la eterna guerra (ficticia… creo) entre Asesinos y Templarios.
¿Os quedáis con ganas de más turismo en el país de las barras y estrellas? Pues estáis de suerte, porque en la revisión que aún se encuentra a la venta de esta tercera entrega también se incluye el «spin-off» ACIII: Liberation. Aquí manejaremos a la primera mujer prota de la serie, Aveline, en una aventura que transcurre casi paralelamente al juego principal pero en un escenario completamente diferente. Recorreremos Luisiana en la última etapa de la América Colonial, desde las alegres calles de Nueva Orleans hasta los fangosos pantanos del bayou, todo con las trompetas de guerra (de la Independencia) sonando muy cerquita. Aunque las vistas de lujosas mansiones indianas quedarán salpicadas por los traumáticos sucesos que rodeaban a la sociedad de la época (cadenas, tono de piel… ains), merece la pena darle una buena viciada. Y aprender para jamás repetir errores del pasado, va.
EL PERIPLO DE TODO UN ASESINO, EZIO Y DERECHO
Toca hacer un poco de trampa (otro poco, más bien) a la hora de recomendaros no solo en un viaje en un juego, sino tres tours por Europa englobados en un disco y al precio de un único billete/producto (y muy barato). Assassin’s Creed The Ezio Collection reúne en una misma caja un trío de asombrosas experiencias: AC II, AC La Hermandad y AC Revelations. Agarraos fuerte a la capucha de Ezio Auditore porque tocará acompañarle por increíbles escenarios continentales durante aquel periodo de explosión cultural que fue el Renacimiento .
Empezaremos por las ciudades de Florencia y Venecia, donde podremos flipar con la espectacularidad de sus arquitecturas: basílicas, palacios, conjuntos monumentales poligonales que reflejan meticulosamente sus contrapartidas reales… y qué decir de los canales venecianos o la Plaza de San Marcos. Luego tocará pasearse por las calles y tejados de Roma. En la capital Italiana podremos quedarnos anonadados observando lo mejorcito del patrimonio de la humanidad, como el Panteón, el Foro o el Coliseo (oiga, que ahí siguen en pie, 2000 años después). Terminaremos la visita virtual arribando a Constantinopla. La urbe fundamental del otrora Sacro Imperio de Oriente, ya en manos de los Otomanos, nos permitirá gozar de esa mezcla única de ambientes, tan característica, en el estrecho del Bósforo (o Cerilla, tiene que estar mal escrito).
¡POR OSIRIS Y POR APIS!
Y por todos las deidades del panteón egipcio exclamaréis al comprobar lo flipantemente bien que está representada la tierra de los faraones en Assassin’s Creed Origins. Nuestro último destino se encuentra un cachete más al sur que el anterior, pero sin abandonar cuencas mediterráneas. Entre infinitos desiertos a tope de arena (Anakin Dislikes), hallaremos un oasis de diversión en forma videojueguil, con esta precuela que supuso un «rompe y rasga» para la saga. Menos parkour vertical (lógico, igual en aquella época los edificios no eran muy altos no eran) y sigilo pero mucho roleo y otras mecánicas sorprendentemente innovadoras fueron añadidas.
Lo que no cambió fue la espléndida representación de toda una región histórica, como es costumbre. Aquí tendremos una extensísima zona del antiguo Egipto por la que deambular, comprendiendo una parte meridional del reino hasta llegar al delta y desembocadura del río Nilo (más aledaños). Un porrón de kilómetros que nos permitirá visitar monumentos y construcciones que han aguantado a la intemperie los impasibles vientos saharianos durante milenios. El Valle de los Reyes, Abu Simbel (juegarral patrio clásico), el Templo de Karnak (coime, ¡otro!), la Gran Esfinge (aún con napia por entonces) o las populosas ciudades de Memphis y Alejandría nos aguardan… y sí, claro, las impresionantes Pirámides de Guiza no podían faltar en la ruta.
KONNICHIWA, ASESINO-SAN
Vamos con un billete de viaje extra para que podáis ir preparando las próximas vacaciones virtuales con suficiente anticipación. Ya se encuentra disponible aquí (ojito a las curradas ediciones) y en cualquiera de las tiendas GAME la reserva del nuevo título de la licencia: Assassin’s Creed Shadows. Promete un tour apasionante por las tierras de Godzilla en el periodo feudal, con dos personajes jugables muy diferenciados por primera vez en la saga. Fijo que arquitectura, costumbres y cultura de la época estarán rigurosamente reflejados (con ese toquecillo de fantasía necesario) como en todas las entregas anteriores… y aprovechando que las mencionamos, os recordamos que las podéis pillar aquí o en las tiendas de la cadena. Hay un AC’s disponible para casi cualquier consola y tipo de usuario así que no os quedéis sin viajar y ver mundo (digital, al menos). ¡Sayonara!