Cuando el calor aprieta, y el bochornazo casi no te deja ni pensar, pocas cosas apetecen más que un cóctel (no etílico) bien fresquito. Imaginad, en un recipiente virtual lustroso y apañado, volcamos un vaso de refrescante y reimaginada mitología griega, una cuarta parte de ambientación romana, espolvoreamos unos trocitos de leyenda nórdica, un chorrito contundente (mejor que sobre, que no que falte) de rol y acción… ¡voilá! Listo para servir (agitado, pero no revuelto, obvio), y aplacar la sed de los paladares más exquisitos. Esta jugosa y equilibrada mezcla, por cierto, se llama Asterigos: Curse of the Stars .

Una muralla que vaya / desde la playa hasta el monte / desde el monte hasta la playa, / allá sobre el horizonte (leer recitando o cantando).
Desarrollado por Acme Gamestudio (no, pese al nombre, nada que ver con el Coyote y el Correcaminos), y distribuido en nuestras tiendas por Flashpoint, el combinado digital del que vamos a tratar tiene muchos más matices y aromas de los que, a priori, os podáis imaginar. Para tratarse del primer producto lanzado por el estudio, os dejará muy buen sabor de boca. No os haremos salivar más, y pasamos a comentaros varios motivos por los que este Asterigos merece la pena (a cualquier temperatura, por supuestísimo). Recomendaríamos consumirlo a pequeños sorbitos, porque todo de golpe serían varias noches sin dormir.
1. Tras el abrazo de Morfeo, vienen los despertares desconcertantes. Nos pondremos en la piel de la joven Hilda, protagonista de esta historia jugable. Acabamos de recobrar la consciencia tras un batacazo en medio del bosque, a un buen trecho de nuestro hogar. Vamos en busca de nuestro padre, Harold, un reputado miembro de la Legión del Viento del Norte. Él y todo su equipo llevan tiempo sin dar señales de vida, tras aceptar la misión de investigar qué demonios estaba pasando en las tierras de Efes, una lejana ciudad-estado, encargada por su rey. Los guerreros veían a Hilda como una niña, tachándola de inexperta e incapaz de mantener su ritmo o luchar a su lado. No permitieron que les acompañara inicialmente, mas está a punto de demostrar que es una mujer de armas tomar. Y menos mal, porque le van a hacer falta con la que se avecina…

Minotauros, los causantes de la última crisis del ladrillo en Afespaña. Se llevaban todos pilares de las obras, claro.
2. Por Tutatis y Belenos, el cielo se nos cae encima… o es más bien una maldición de las estrellas. Tras alcanzar la población, tocará lidiar con muchos frentes. Hay uno que es un pelín urgente y preocupante: toda la ciudad está bajo el embrujo del Asterigos, una anomalía mágica mazo chunga. Y, si nos despistamos, las regiones adyacentes y hasta nuestro remoto (y norteño) pueblo natal de Anabari, sucumbirán a su (des)encanto. El asunto viene de lejos (unos mil añazos de nah), y aunque nuestra prota parece de mano inmune a sus efectos, las consecuencias a la larga podrían ser funestas. Desentrañar los misterios de la maldición con premura, y localizar a papuchi, serán nuestras misiones principales, pero en Afes habrá mucho pescado que cortar… o monstruo, mejor dicho.
3. Un bestiario digno de la granja infernal del Hades. Preparaos para enfrentaros a cientos y cientos de enemigos, algunos de los cuales parecerán salidos del mismísimo averno. El influjo de Asterigos lo ha transformado todo, y su impacto se siente no solo en la mayoría de las personas, sino en casi toda la fauna y flora. Seres corrompidos y enloquecidos, se unen a quimeras, animales mutados, cerberos llameantes, arpías voladoras y muchos más. Aparte, no solo vendrá el peligro de formas orgánicas, pues deberemos permanecer alerta ante el daño que puedan causarnos varias construcciones humanas como trampas explosivas, mecanismos diabólicos o imponentes colosos metálicos. Afortunadamente, Hil (su diminutivo, obvio) va sobrada de recursos ofensivos…

Le va a solmenar tan fuerte, que no serán lágrimas de cocodrilo. O sí, pero sin la metáfora.
4. Marte y Ares estarían orgullosos, porque vamos a dar mucha guerra. Ya lo decía el mesiánico Neo, siempre se necesitan armas para batallear. Y a nuestra prota no le faltan ni en cantidad ni en variedad. Nada menos que 6 combinaciones diferentes, según nuestro estilo predilecto de juego: Martillo, dagas dobles, lanza, espada+escudo, báculo mágico y brazaletes. Bien sea para ir a lo tanque, con ataques a distancia o primando la agilidad y los golpes veloces, intercambiaremos de empuñadura a nuestro gusto con una rápida visita al correspondiente menú. Además, podremos imbuir nuestras acciones ofensivas con cuatro tipos de magias elementales, algo esencial ya que los distintos enemigos tendrán diferentes vulnerabilidades y resistencias. Igual la mejor acometida contra un lobo feroz chispeante no es azuzarle con ardientes llamas, y sí con unas gélidas caricias, va.

Cuando te dicen que en tu grupo, sois todos unos fantasmas, y os va la literalidad.
5. Hasta arriba de buen rol, como los mares de agua por Poseidón. Hilda irá madurando y aprendiendo a lo largo de su aventura, pero también subiendo de nivel y mazándose que da gusto. Con la experiencia ganada, adquiriremos puntos de atributo con los que aumentar estadísticas de nuestra heroína como aguante, constitución y otras capacidades (representadas en pantalla, durante la acción, con las típicas barritas). También dispondremos del menú de Talentos, una página donde adquirir nuevas habilidades para los conjuntos de armas, además de devastadores ataques especiales. La parte rolera se completa con distintas indumentarias y accesorios que vestir, una tienda donde adquirir elixires o materiales, y una pequeña fragua (no la regenta Hefesto, conste) donde mejorar el arsenal o forjar utensilios. Igual así leído no os lo parezca, pero al verlo, os todo lo anterior os recordará levemente a cierto título…

«Olvídame de forjar armas. A mí me dejas el horno de piedra ese, que me voy a preparar una pedazo pizza. SIN PIÑA.»
6. Con mucha alma, y sin la oscuridad que aportaría Nix (la personificación de la Noche, gracias Wiki). Por si no pilláis la referencia… ya sabéis, Asterigos tiene cierto parecido con…¡HAS MUERTO! Pero, más bien, el lema de este juego sería ¡SIGUES VIVO, DISFRUTANDO, Y SIN QUERER ESTALLAR EL MANDO CONTRA LA PANTALLA! Y es que, a pesar de las similitudes en estilos y mecánicas, el parecido se difumina rápido. Empezando por la posibilidad de escoger entre tres niveles de dificultad (menos presión y encuentros, más retos y peligro, o ya poniendo a prueba nuestros límites), pasando a la simpleza y accesibilidad en cuanto a los menús y configuraciones del equipo, o una cantidad de hoguer—conductos de salvado de sobra. Esta obra, comparada con otras del estilo, es generosa y amigable (en ningún momento es un paseo, tampoco os confiéis), y eso se agradece.

Cuando encuentras la colección de vinilos de la yaya, y hay primeras ediciones de los Beatles. Y de Julio Iglesias.
7. Ya quisieran Zeus o Júpiter controlar así. Desde el inicio de nuestra aventura, descubriremos que el manejo de nuestro avatar digital es, aparte de fluido, muy original. Alejándose de los convencionalismos en los Action-RPG o Souls-like, aquí el ataque principal con las armas será con los botones frontales, y el secundario, o de técnica, con los pulsadores izquierdos. Por su parte, con el gatillo derecho realizaremos el salto, y con el botón de ese lado, la magia especial. El esquema de control se completa con las clásicas acciones de interactuar, rodar/esquivar, y acceso rápido al inventario para pociones y consumibles. Ya, así explicado puede resultar lioso y distinto a lo habitual, pero a los pocos minutos de poneros al mando, notaréis que todo es muy intuitivo. Combatir y luchar alrededor de Afes y sus aledaños será tan inevitable como divertido. Pero este mundo virtual tiene mucho más que ofrecer.

Estampa invernal habitual en Los Picos de Europa. Lo de no ponerse ni la rebequita es muy de allí.
8. La sabiduría de Palas Atenea, y mucho más, a vuestro alcance. Si os cansan los «lores» o trasfondos casi indescifrables, estáis de enhorabuena. El universo de Asterigos es riquísimo, estando plagado de información a la que acceder de forma simple, bien sea conversando con varios NPC’s, o mediante la lectura de los numerosos documentos que nos encontraremos por el camino. La densidad y profundidad del argumento será tanta como vuestra voracidad por el conocimiento. Desde meras costumbres de los habitantes, a un exhaustivo análisis de sus divinidades (ya, llevamos todo el artículo con bromitas greco-romanas, pero esta peña tiene sus propios dioses, mitos y costumbres de inspiración clásica), tendréis un contexto sumamente interesante… y adulto. Se tratan temas como la esclavitud, la lucha de clases, la religión… En un pueblo maldito durante más de 1000 años, donde su gente ya no saborea al comer (!) ni puede procrear (!!!), quizás discernir entre buenos y malos sea peliagudo.

¿Corintio, dórico o jónico,? jummm… RÓTICO.
9. La belleza de varios panteones unidos. Si hablamos (o escribimos) sobre el acabado artístico y siendo esta la ópera prima del estudio, solo queda aplaudir, arrodillarse, y poner un par de ofrendas florales. El amplísimo escenario, formado por distintas zonas totalmente interconectadas (que podremos atravesar, durante horas, sin ningún tiempo de carga) es precioso en cada una de sus ambientaciones: calles, cuevas, pantanos, templos o fortalezas, todo luce de fábula. Perfectamente trabajados están también los diseños y animaciones de los personajes y enemigos. La palma y 87 ramos se los lleva el apartado sonoro. Las voces (en inglés, con subtítulos en nuestro idioma) son más que correctas, pero la música… sublime. Composiciones orquestales y corales, con piezas de varios estilos, que encajan de lujo con la temática del juego. Tan magistrales, que merecen ser gozadas incluso por separado, y ya que lo mentamos…

Asterigos le echa un par… de compactos inmensos (¿contradicción dónde?)
10. Una edición de fábula, que parece caída del cielo (en plan guay, no como la maldición, claro). Las versiones Coleccionista, para Xbox o PlayStation 5, de Asterigos, son todo un regalo divino, de venta exclusiva en GAME. Incluyen el disco en edición Deluxe, con un DLC que añade una nueva zona y varios jefes, un flipante libro de arte con 260 páginas, y la banda sonora completa en dos CDs, para que os relajéis escuchando sus impresionantes canciones en cualquier sitio. No obstante, también tenéis disponible la Deluxe por separado en la web de la cadena, o en cualquiera de sus tiendas. Optéis por una versión u otra, os podréis llevar por tiempo limitado un contenido descargable de regalo. Si deseáis un juego de acción y rol en el que echar decenas de horas, con un universo que, bebiendo de la tradición greco-romana, le da una imaginativa y fantástica vuelta de tuerca, no busquéis más; dejaos atrapar por el influjo de la maldición de las estrellas, pues Asterigos no os va a defraudar. Os dejamos, para terminar, unas fotillas de la Collector’s Edition, para que alucinéis…
Asterigos
No caigo si es el templo de Capricornio o la casa de Géminis, pero cómo de canutas las va a pasar Seiy—Hilda, leñe.
Asterigos
Veo estos diseños, pienso en que mi mayor logro es hacer caras con el 6 y el 4, y me vengo abajo…