¿Sabéis aquello que dicen de que el pez grande se come al pequeño? ¿Que Goliat tenía que matar a David, pero al final, no sé qué movida hubo, y fue al revés? Pues de eso os vengo a hablar hoy. No de relatos bíblicos, sino del nuevo juego de DimFrost que nos ha recordado en según qué trozos a Little Nightmares. Un protagonista pequeño explorando un mundo gigantesco lleno de atrocidades. Una experiencia aterradora que no esperábamos y que a mí me ha dejado con un estupendo sabor de boca y algo tocado, para qué nos vamos a engañar.
¡Bienvenidos a Bramble: The Mountain King!
¿Qué es Bramble?
El juego de Dimfrost nos mete directamente en la piel de Olle, un niño que vive en una casa en medio del bosque. Una noche, nos despertamos y vemos que nuestra hermana, Lillemor, no está en su cama y que la ventana de la habitación se encuentra abierta. Preocupados por ella, decidimos salir en su búsqueda. Pronto descubriremos que vivimos en un mundo gigantesco y no por el tamaño de este, sino porque todo es mucho más grande de lo normal. Para que os hagáis una idea, nuestro protagonista es bastante más pequeño que una simple rana. Con este «hándicap», deberemos explorar zonas y hacer frente a los peligros que se nos plantean.
Bramble tiene muy pocas mecánicas a nivel jugable: podremos saltar, correr, agacharnos para que no nos vean y cuando avancemos un poco adquiriremos un destello de luz en forma de cilindro que nos servirá para iluminar las zonas más oscuras y para combatir a ciertos enemigos.
Por otro lado, el juego consiste en recorrer las zonas, resolver acertijos, esconderse de los monstruos y al final de cada acto luchar y derrotar a unos jefes con un nivel artístico abrumador.
Lo grotesco acecha en cada rincón
Sinceramente, a nivel visual, The Mountain King es una maravilla. He quedado muy sorprendido tanto a nivel gráfico como artístico por tratarse de un juego más bien independiente. La hierba, los árboles o el agua son algunos de los elementos que el estudio ha tratado con más mimo. En muchas ocasiones parecen imágenes reales. Pero donde sí he tenido momentos realmente escalofriantes ha sido en algunas escenas o con según que monstruos: sin ir más lejos, Näcken, el violinista del río, pone los pelos de punta cuando emerge de las profundidades. O que decir de Kärrhäxan, el espantapájaros de la ciénaga. Aunque sin duda, con el que más miedo he pasado, es con el barquero de Pesta. Bramble no es un juego de terror per se. No hay susto real como podría ser un Madison o un Fobia, pero crea esos momentos y esas situaciones que te dejan la sangre congelada.
El juego de la cámara
Para mí uno de los grandes aciertos de este Bramble: The Mountain King es la disposición de la cámara en todo momento. Hasta que no llevas un tiempo jugándolo no te das cuenta, pero no tienes un control sobre el enfoque en ningún momento. Es decir, el juego te hará ver lo que el juego quiere que veas, ni más ni menos. No podremos dirigirla a donde nosotros queramos y, de esta forma, no nos fastidia la sorpresa que espera más adelante. Esto también crea un ecosistema de tensión constante al no ver que hay más allá.
Aparte, tendremos que hacer uso (o no) de la luz en muchas ocasiones para poder avanzar sin caernos ni pisar nada que no debamos, y en otros momentos ocultarla para que ciertos enemigos no nos vean pasar.
La narrativa
En lo personal, os diré que me ha gustado mucho la forma en la que está narrada esta historia. Como si de un libro se tratase, Bramble ofrece una voz en off que nos hace las veces de cuentacuentos. Hemos de recordar que ninguno de los personajes habla en ningún momento, pero no le hace falta. A través de pequeñas narrativas en según qué tramos y, sobre todo, al descubrir relatos en forma de libro, será más que suficiente para entender que está pasando. Estos últimos fragmentos nos servirán para entender un poco más a los villanos. El por qué se han convertido en lo que son y cómo fueron antes de sucumbir a la oscuridad. Es curioso porque, en algunos casos, hasta puedes llegar a empatizar con ellos.
Conclusión
En mi humilde opinión, os diré que es un auténtico juegazo a todos los niveles. Artística y gráficamente es una grata sorpresa. En cuanto a lo jugable, es sencillo de manejar y no le hace falta implementar grandes combinaciones de botones. La trama y el lore que desprende Bramble es alucinante. Y sobre todo, yo me quedo con las escenas grotescas y macabras que me han acompañado estos días mientras lo he podido jugar.
No lo dudéis y haceos con una copia, que no os vais a arrepentir, os lo garantizo. Lo podéis adquirir en vuestra tienda GAME de confianza o a través de nuestra página web. Disponible para todas las plataformas (PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series X y Nintendo Switch).