No seas como un gato, sé el gato en Copycat.
A lo largo de mi vida me he topado con todo tipo de juegos, y ya os digo que han sido muchos, pero son los títulos como el que os traigo a continuación los que se quedan en la memoria por su especial propuesta y su facilidad para tocarnos la patata, sobre todo a los amantes de los animales. En las próximas líneas, vamos a contaros que nos ha parecido Copycat.
Espera, ¿Soy un gato?
En efecto compañer@, en Copycat nos vamos a meter en el pellejo de un gato (bueno, más bien una gata) que será adoptada en un refugio de animales por una mujer que necesitaba de su compañía, aunque más adelante veremos que no es tan sencillo como parece ya que nuestra gata no será una santa. Como buen miembro de su especie, nuestros principales divertimentos serán intentar atrapar insectos, tirar objetos que estén en la mesa, comernos la comida de nuestra dueña o simplemente estar a nuestra puñetera bola. Aunque también recibiremos mimos, por supuesto… y deberemos decidir en más de una ocasión si somos un gato amistoso o arisco.

Será tentador pegar un zarpazo de vez en cuanto, pero seguro que terminaremos siendo la mar de cariñosos.
Después de comportarnos como auténticos felinos y si estamos lo suficientemente atentos, podremos ir detectando pistas sobre la verdadera historia de nuestra dueña, su preocupada hija y su anterior gata Dawn, Gata con la que curiosamente compartimos nombre, pero esto prefiero dejar que lo descubráis vosotros, ya que según avance la historia, nos veremos abandonada en la calle y teniendo que sobrevivir como una gata callejera más. Sin olvidar que durante toda la aventura, tendremos hablando una voz en nuestra cabeza que hará las veces de narrador y de conciencia. Además de unos sueños en los que nos convertiremos en unos auténticos felinos salvajes, que nos servirán para explorar los más básicos instintos de un animal, así que tenemos una historia de lo más completa.

Experimentaremos la sensación de abandono y soledad en nuestras carnes
Controles y puntos de vista felinos
Durante todo el juego controlaremos a nuestra gata de forma muy sencilla, ya que apenas usaremos algunos botones, pero a lo largo de la historia vamos a encontrarnos situaciones de todo tipo: desde atrapar a un pez hasta enfrentarnos a una manada de gatos callejeros. Llegaremos en algunas de estas situaciones a tener que resolver complejos “quick time events” donde se pondrá a prueba nuestra habilidad con los controles.

Cualquiera de estos gatetes, necesita un hogar.
En cuanto al aspecto visual y sonoro Copycat es un juego que cumple. Sin ser muy puntero gráficamente, es capaz de presentarnos unos escenarios muy coloridos y que transmiten muy bien la perspectiva de un animal como es la de un gato.

En ocasiones disfrutaremos incluso de sentarnos a disfrutar de un bonito atardecer.
Entonces, Copycat, ¿Merece la pena?
A lo mejor resulta raro decir esto, pero Copycat no es un juego. Copycat es algo más, es una historia que nos trata de transmitir que un animal no es un objeto que puedes reemplazar fácilmente y del que te puedes deshacer cuando te apetezca. Que son criaturas que pese a tener en ocasiones malos comportamientos, son seres que solo llegan a nuestras vidas para darnos su amor y su cariño y que debemos corresponderles al menos con lo mismo.
Por este motivo y por muchos otros mi consejo es que os hagáis con Copycat para PlayStation 5, y para ello la manera más fácil y sencilla es que os paséis por cualquiera de nuestras tiendas GAME o por nuestra Web. Y ya sabéis: Miau miau miau miau, miau miau miau.