Cuántas carcajadas nos han brindado los videojuegos. A lo largo de la historia de nuestra industria hemos surcado islas con monos de tres cabezas, enfrentado a tentáculos con ínfulas absolutistas, o sido cabras de prominente lengua; pero nada nos había preparado para esto: morir (figuradamente) de risa a cada paso virtual mientras tratamos de no morir (literalmente) al mismo tiempo en el espacio: todo por cortesía del nuevo juego distribuido por Meridiem Games, Breathedge.
Acompáñanos, serán solo 10 motivos rapiditos, ¡que el oxígeno se está agotando!
1. Una loca, loca historia de la galaxia. Tras unos créditos para no dar crédito, un flashback nos sitúa en un cataclismo interestelar ocurrido mientras nuestro protagonista se preparaba para dar un último adiós a su difunto abuelo, personaje pelín excéntrico, por cierto. Cuando estaba vivo, no ahora, que está muy tieso el pobre.
2. Tocará adaptarse al vasto espacio profundo. Nos encontramos con la jugabilidad habitual de una aventura de supervivencia en primera persona, pero con un giro sideral: los objetos y recursos de los que debemos hacer acopio van desde lo común a lo más estrafalario; metales, telas, shawarma, profilácticos… Vamos, lo que usa en su día a día todo buen astronauta del futuro.
3. Sé creativo. O no, si te conformas con mirar a las estrellas (o al fondo de un retrete sideral). Todo lo que recogemos entre la basura espacial del siniestro tendrá su utilidad, bien sea para darnos una pista para avanzar en nuestra misión o para construir herramientas. Desde rascadores de espalda a taladros o escáneres, habrá que estar atento para no pasar por alto el plano de montaje de algo importante y necesario para subsistir.

En el espacio nadie puede oír tus risas.
4. Vive, sufre, muere, repite. Hallarse a la deriva no es sencillo, y más aún cuando existen tantas maneras de fenecer: por falta de oxígeno, electrocutados, congelados, irradiados, etcétera. Sí, el juego nos lo pondrá tan chungo que casi parecerá una misión imposible, pero por suerte…
5. … podemos elegir entre diferentes modos de dificultad. El estándar es el clásico, con barras de hambre o sed. El modo historia se centra más en la ídem, y permite a los que se perderían en su propio museo avanzar de forma más sencilla. También hay una opción de muerte permanente para los más sadomasoquistas, y un modo libre, para ser como el sol cuando amanece.

Tú tira de frente, coges el segundo cometa a la izquierda y ya llegas…
6. El Hombre no está solo. No, no nos hemos puesto metafísicos, es que ese es el nombre de nuestro prota. Además de numerosos ataúdes cósmicos, que dan muy buen rollo como compañía, pulula por ahí alguien llamado Bombón que nos ofrecerá unos diálogos de lo más… Desconcertantes. Y quizás haya otros seres con intenciones poco amigables.
7. La ambientación de ciencia ficción con un toque retro. Aunque podamos pensar que en el espacio hay poco que ver (la sociedad de astronomía no aprueba esa mentalidad) el escenario del juego es inmenso: viajaremos entre distintas naves y asteroides, e incluso podremos montar nuestra propia estación astral, digna de un parque de atracciones, con casinos, y con…
8. … Unos cuantos coleccionables que nos toparemos. Explorando los recovecos del mapa, hallaremos elementos que van desde lo cotidiano (VHS, fotos, calendarios) a lo absurdo e inútil, pero que destilan tanta diversión en su forma y descripción que querremos obtenerlos todos.

Si habéis pillado las 2 referencias a Tomas Crucero en el mismo párrafo, nuestros dieces.
9. HUMOR. Así, mayúsculo. Negro, irónico, picantón, salvaje, surrealista… Las bromas se suceden una tras otra, incluso rompiendo la cuarta pared o referenciando a otros videojuegos clásicos: como no tengáis un mínimo de gracia, estaréis arre-GlaDos, claro (nah, por más que lo intentemos, nunca llegaremos al nivel de los guionistas).
10. La gallina. ¿Que es imposible que un ave de corral sea un motivo de peso? El pollo es la llave de todo. Ahora os dejamos con la intriga, pero pocos animales domésticos han dado tanto juego digital (tranquilos, aquí no va de darle espadazos como haría algún desalmado elfo).
Así que recordad, si queréis sentiros como un cosmonauta que las va a pasar canutas, a la par que os partís la caja de lo lindo, ya os podéis hacer con el juego Breathedge en GAME, tanto en PlayStation 4 como en PlayStation 5.

Introducción a la Pollología 1: Bases de un buen cloqueo.