Erase una vez, allá por el año 2000, salió para Dreamcast un titulo de disparos bastante desafiante. Aunque si es cierto que pasó sin pena ni gloria, sí que se trataba de un titulo con una premisa bastante adictiva y divertida.
Pero no hay de que preocuparse, porque aquí viene Slave Zero X dispuesto a redimirse. Eso sí, en este caso estamos ante un titulo que sustituye las armas de fuego por una poderosa espada (y algunos que otros poderes) que no dudaremos en usar para acabar con cualquier enemigo que se nos ponga por delante. Y en las próximas líneas, os vamos a contar que nos ha parecido.
Un hack and slash que nos recuerda a muchas cosas buenas
Slave Zero X no nos va a dejar mucho margen para el aprendizaje. Ya que prácticamente nada más arrancar el juego nos vamos a liar a espadazos con un ejercito inagotable de enemigos. Así que toca aprender por las malas. Aunque no sin antes darnos unas pequeñas pinceladas sobre la historia; poniéndonos en el pellejo de un aprendiz con ciertos aires de grandeza que no duda en calzarse por las bravas una unidad esclava (o armadura viviente para que nos entendamos), provocando que tenga que huir a base de palos de la base y comenzar una escalada por una ciudad futurística e industrial para acabar con su poderoso líder.
Como habéis visto, su historia, tópicos aparte, nos da la premisa suficiente para que sepamos que lo único que tenemos que hacer es llevarnos por delante a cualquiera que nos corte el paso. Y para ello no tendremos más remedio que hacerlo a base de aporrear botones, realizando combos, acrobacias y movimientos especiales. Os suena ¿verdad? Está claro que este titulo bebe mucho de grandes éxitos como Strider o los primeros Devil May Cry. Personalmente me ha recordado más a este último. ¡Ah, se me olvidaba! Al terminar cada nivel, tendremos la clásica pantalla con nuestras puntuaciones y el resultado de nuestro trabajo. Pero es que, además, también tendremos una tabla de puntuaciones mundiales. Os garantizo que vais a repetir más de una fase para tratar de subir algún peldaño en la clasificación.
Gráficos y música que no pueden ser más acordes
En lo visual puede parecer que estamos ante un titulo de comienzos de los 2000, y la elección no puede ser más acertada. La forma en la que se combinan elementos 2D de bajo framerate, con escenarios tridimensionales es sublime. Convirtiendo a Slave Zero X en un juego con un carácter y una personalidad únicos. Y si encima esto no afecta a la jugabilidad, si no que la refuerza de manera excelente, no queda duda de que estamos ante algo muy especial.
Tal y como hemos comentado antes, Slave Zero X bebe mucho de otros títulos del estilo y no tiene ningún problema en admitirlo. Y la banda sonora no iba a ser menos. Plantándonos una lista llena de canciones de trash metal, electrónica y básicamente sonidos machacones que nos van a venir de perlas para arrollar a la multitud de enemigos que tratarán de detenernos.
Entonces, Slave Zero X, ¿merece la pena?
Slave Zero X es un juego que, sin ofrecer nada nuevo ni visualmente espectacular, nos trae la acción que tanto nos gustaba en los años 2000. Combos, piruetas, movimientos especiales, música electrónica… Estamos ante un titulo que no nos va a dar ningún respiro y nos va a encantar. Así que yo no me lo pensaría mucho.
Y como probablemente ya os habremos convencido, tenéis que saber que podéis haceros con Slave Zero X tanto para PlayStation 5 como para Nintendo Switch en su edición standard, o en la Calamity Edition en cualquiera de nuestras tiendas GAME y en nuestra WEB. Pero además, por comprarlo en GAME os lleváis por la cara un código para descargar el Slave Zero original, para que terminéis de destrozar los botones de vuestros mandos. ¡No te lo pierdas en este enlace!