[PorQuéTeGustará] Detén la invasión demoniaca en Ninja Gaiden Ragebound

La saga Ninja Gaiden es de sobra conocida. Hablamos de unos videojuegos con acción rápida, muy exigente a la hora de medir muy bien nuestros movimientos y, sobre todo, cañera, muy cañera. Y si esto lo combinamos con un estudio español experto en juegos exigentes como es The Game Kitchen nos sale una autentica maravilla que va a exprimir nuestros reflejos.

Pero no me quiero adelantar, porque en las próximas líneas os voy a contar que nos ha parecido Ninja Gaiden Ragebound.

Ryu Hayabusa nos deja tirados

Aunque es cierto que al principio sí podremos controlar al legendario ninja (y protagonista de la saga) Ryu Hayabusa, poco nos va a durar, ya que Ryu tendrá que abandonar el templo y la aldea, así que nos tocará ponernos en el pellejo de su aprendiz Kenji, quien deberá conocer y mejorar lo más rápido posible las habilidades suficientes para enfrentarse a la plaga de demonios que está atacando medio mundo, viéndose arrastrado hasta la mismísima dimensión demoniaca donde conocerá a Kumori, la otra protagonista de Ninja Gaiden Ragebound.

Kumori es una de las ninjas más fuertes del clan de la Araña Negra, una auténtica experta en el uso de los kunais (una especie de puñales arrojadizos) y tremendamente ágil que ha acabado de forma fatídica también en la dimensión demoniaca, aunque tanto ella como su clan tenían planes muy distintos a los de Kenji y los suyos. De esta forma, nuestros protagonistas se unirán a lo largo del juego enfrentándose a todo tipo de amenazas y llegando incluso a descubrir que tienen más cosas en común de las que ellos creían.

Kumori nos va a resultar muy útil ante el ataque de múltiples enemigos.

Salta y ataca, salta y ataca…

Ninja Gaiden Ragebound es un juego de plataformas y acción. ¡Pero madre mía! ¡Qué plataformas y qué acción! En este titulo los compatriotas de The Game Kitchen han dado buena gala de lo que se les da terriblemente bien: poner a prueba nuestros nervios (cosa que ya hicieron con la saga Blasphemous). ¡Nah! Ahora en serio, en Ninja Gaiden Ragebound vamos a tener que medir bien nuestros saltos, ya que las plataformas están muy bien medidas. Y, por otro lado, también deberemos aprender a cómo enfrentarnos a cada enemigo, ya que cada uno de ellos va a presentar unas mecánicas únicas. En algunos casos bastará con irnos directamente a por ellos y atacarlos, pero en otros casos deberemos saber esquivar su ataque para poder ir rápidamente a por él antes de que cambie de posición.

¿Ninjas y piratas zombie? No se me ocurre una combinación mejor.

Por otro lado, tal y como os hemos contado a lo largo del juego, vamos a controlar a ambos personajes al mismo tiempo (¿Cómo? Pues eso es un spoiler, así que me lo tendré que callar) y, en las ocasiones en las que controlemos a Kumori, vamos a tener que ser unos auténticos ninjas, ya que tendremos que saltar y acabar con los enemigos a toda velocidad para alcanzar el objetivo antes de que se acabe nuestro tiempo, lo que pondrá de nuevo a examen nuestra rapidez mental y reflejos.

La misma mirada que cuando te dejan el cartón de leche vacío en la nevera.

Hay que destacar también que, a lo largo de las fases, nos encontraremos con el señor Muramasa (de sobra conocido para los fans de la saga) que hará las funciones de armero/mago y que se encargará de mejorar nuestros movimientos y armas mediante amuletos que llevaremos en los espacios disponibles, a cambio, eso sí, de unos escarabajos dorados que encontraremos ocultos o difíciles de alcanzar en cada fase, así que estad atentos.

La belleza hecha pixelart

Si hay algo que merece mención aparte en Ninja Gaiden Ragebound, es su aspecto gráfico. Visualmente es una autentica maravilla. Cada paisaje, enemigo, efecto visual… Está realizado con autentico mimo y dedicación, y es algo que en la época que vivimos actualmente hay que poner aún más en valor. No hablamos de un arte generado de manera automática, hablamos de que detrás de cada frame hay la mano de una persona a la que le gustan realmente los videojuegos y eso, señoras y señores, se nota.

Los jefes van a presentar una calidad de diseño espectacular. Aparte de ser bastante peligrosos.

Por otro lado, hay que hablar del aspecto musical y sonoro, porque Ninja Gaiden Ragebound nos lanza de una patada en el pecho a los maravillosos años noventa, con esas melodías y efectos más propios de los 16 Bits, por lo que muchas gracias, chicos, por transportarme a esa maravillosa época.

Pero entonces, Ninja Gaiden Ragebound, ¿merece la pena?

No nos vamos a engañar a estas alturas, Ninja Gaiden Ragebound es un juego bastante exigente y que le gusta serlo. Nos va a poner muchas veces a prueba y va a conseguir que perdamos la paciencia en más de una ocasión, pero ¿sabéis qué? Hoy por hoy eso también se agradece. Pero no os preocupéis: si alguna parte se os atraviesa, porque para casos de emergencia (insisto, solo casos de emergencia), tenéis unas opciones muy útiles en el menú de accesibilidad que nos va a facilitar bastante el paso por determinadas zonas. Y oye, también se agradece. Así que mi conclusión es que, si os gustan los juegos de plataformas y aunque sea un poco la acción, tenéis que echarle el guante a este Ninja Gaiden Ragebound, porque ya os digo que no os va a decepcionar para nada.

Y como seguro que os he convencido, ya solo queda deciros que, si queréis haceros con Ninja Gaiden Ragebound para PlayStation 5 o Nintendo Switch, tanto en su edición estándar como en la Special Edition (esta última exclusiva de GAME) solo tenéis que pasaros por cualquiera de nuestras tiendas GAME o por nuestra WEB. Y ahora ya sabéis lo que tenéis que hacer…