[#PorQuéTeGustará] ¡Sand Land es endemoniadamente divertido! 😈

Pablo Del Pozo

17 de mayo de 2024

PLAN RENOVE: ¡Actualízate a Nintendo Switch OLED en GAME!

 

Cuando pensamos en Akira Toriyama inmediatamente se nos viene a la cabeza Dragon Ball, la creación por antonomasia del recientemente fallecido mangaka (descanse en paz, sensei). Pero el autor nipón también es el padre de otras obras como el diseño de los personajes y enemigos de la conocida saga de videojuegos Dragon Quest, el manga Dr. Slump que narra las aventuras de la traviesa niña robot Arale o la obra que hoy nos ocupa: Sand Land.

Sand Land nació como un tomo único, una historia auto conclusiva que nos transportaba a una tierra desértica para seguir las aventuras de un príncipe demonio y sus compañeros en busca del bien más preciado de todos: el agua. Es un manga que pasó un poco desapercibido desde su publicación en el año 2000, y es por ello que en su día sorprendió la noticia del lanzamiento del videojuego que analizamos hoy aquí, sino también una serie anime que puede verse actualmente en Disney+.

Sin duda, todo un homenaje a uno de los padres del shonen, categoría de mangas dirigida a un público masculino juvenil en sus inicios pero que hoy día no entiende de edad ni de género. Es por ello, que aquí va nuestra modesta aportación a ese mundillo y al gran Toriyama con un análisis que esperamos, le guste desde allá donde esté. ¡Va por ti, maestro!

 

UN MUNDO DESÉRTICO ASOLADO POR LA GUERRA

Nos encontramos en Sand Land, una árida tierra desértica, de carácter post apocalíptico, fruto de las continuas guerras entre los humanos que viven en ella.
Desde los primeros compases de la aventura somos testigos de cómo Beelzebub, el príncipe de los demonios y su cuadrilla asaltan un camión del ejército humano para robar su cargamento de agua.

Tras una secuencia de persecución y una pequeña pelea en la que aprendemos los fundamentos del combate cuerpo a cuerpo, vemos como Beelzebub regresa al asentamiento donde vive su gente, regentado por Lucifer, su padre. Por el camino el príncipe comparte parte del agua con un niño humano, descubriendo que incluso los demonios tienen su corazoncito. Y es que estamos ante una obra de Toriyama, donde los monstruos y yokais (espíritus y criaturas del folklore japonés), lejos de ser aterradores son simpáticos y afables.

De repente, a las puertas del reino aparece Rao, un cincuentón humano que se presenta como el sheriff de una población vecina. Nos comenta que viene en busca de demonios que le ayuden a cruzar el desierto hacia el sur en busca de un manantial legendario de agua.

Rao nos explica que ha visto pinzones azules, unos pájaros, yendo en esa dirección y como todo el mundo sabe, una golondrina no hace verano, pero un pinzón azul siempre va en busca del agua. El sheriff ofrece a Beelzebub compartir el agua con ellos, y le suma una videoconsola a la oferta para cerrar el trato. Empezamos a ver aquí el humor del que hacen gala las obras de Toriyama, muy presente durante todo el juego.

 

Yo hubiese dicho lo mismo.

 

Poco después, salimos en busca del manantial junto a Rao y Thief, un pequeño vejete con pinta de duende experto en el noble arte del latrocinio. Con ese nombre, era obvio a lo que se iba a dedicar. Para ello, iremos en un principio subidos en el coche de Rao, parecido a un carrito de golf, que usaremos para comenzar nuestra aventura.

Tras un pequeño viaje a un asentamiento vecino y la huida de un dragón de las arenas en una secuencia de acción en la que conduciremos hacia la cámara, al más puro estilo Crash Bandicoot huyendo de la roca de Indiana Jones, unos bandidos nos reventarán las ruedas del coche.

Será entonces cuando nos enteremos de que el Ejército Real, la facción militar que pretende acaparar toda el agua de Sand Land, cuenta con un tanque en desuso al que iremos a echar mano para proseguir nuestro viaje. Deberemos infiltrarnos en la base del Ejército, donde robaremos el tanque y liberaremos a Ann, una curiosa humana que dice ser la mejor mecánica que existe, personaje creado para el videojuego, puesto que no salía en el manga original.

A bordo de nuestro tanque con forma de botijo, muy al estilo de los vehículos de Dragon Ball, huiremos de la base liándola parda y comenzando una épica lucha que nos llevará a enfrentarnos al Ejército Real y al gobernante de Sand Land, haciendo uso de una buena variedad de vehículos y de la ayuda de nuestros aliados. Así comenzará nuestra revolución.

 

CUANDO CALIENTA EL SOL, AQUÍ EN SANDLAND

Nos encontramos ante un action RPG en el que encarnaremos a Beelzebub, príncipe de los demonios, en una apasionante y desternillante aventura que no estará exenta de momentos épicos. Ya desde los primeros compases de la aventura, como la persecución a lomos de un centauro o cuando nos persigue a nosotros el dragón de arena, el juego nos muestra que no tiene reparos en pasar de momentos cómicos a emocionantes en apenas dos segundos, al más puro estilo shonen del que nace.

Lo primero que nos viene a la cabeza en cuanto salimos del reino de los demonios montados en el coche de Rao es lo grande que es el territorio que podremos explorar, el vasto desierto de Sand Land. Un rápido vistazo al mapa nos confirmará las dimensiones de la aventura, que no solo estará llena de misiones principales en las que, guiados por el consabido icono amarillo en el mini mapa de la esquina superior derecha, podremos proseguir la historia, sino que también se nos propondrán muchas misiones secundarias, objetivos a explorar (como bases del Ejército Real, ciudades, pueblos y muchísimas cuevas) y zonas que descubrir. Un juego que nos va a dar para muchas horas si queremos completarlo al 100%. ¡Mola!

Por fortuna, Sand Land está muy orientado al uso de los distintos vehículos que nos encontramos en la aventura, hasta tal punto que el combate cuerpo a cuerpo de Beelzebub y compañía se torna en algo secundario. Este es sin duda el gran acierto del título, lo que lo diferencia de otros action RPG de mundo abierto: poder disfrutar de una exploración menos tediosa y más rápida que en otros representantes del género.

Además, el manejo de los vehículos es claro y sencillo y totalmente adaptable a los distintos estilos de juego de cada persona.

En un primer momento, veremos que el avance, giro y retroceso se llevan a cabo con el joystick izquierdo, pudiendo disparar (en el caso que sea un vehículo con armas, como el tanque) con el gatillo derecho, recargar la munición con el otro gatillo más pequeño, cambiar entre las dos armas con un botón, que en el caso del tanque dispondremos de ametralladora y obuses, y otras opciones de manejo como los otros gatillos para usar la mirilla o la cruceta hacia arriba para activar la conducción automática hacia delante, si nos cansamos en algún momento y queremos admirar el paisaje o coser a los enemigos a tiros.

Todas estas opciones, pueden cambiarse desde el menú, pudiendo adaptar los botones a otros que nos resulten más fáciles. Además, podremos bajar y subir del vehículo en todo momento pulsando un botón, lo que nos ayudará a entrar en cuevas estrechas para explorarlas o llevar a cabo alguna sección de plataformas con las ágiles piernas y el doble salto de Beelzebub.

 

La vida con un tanque es un poco más fácil.

 

No obstante, según vayamos avanzando en el juego podremos conseguir vehículos más pequeños y ágiles como una moto muy parecida a la de Bulma en Dragon Ball (¡qué recuerdos!) o todo tipo de robots, desde uno para combatir a puñetazos a otro con el que podremos saltar más alto, por ejemplo. Como decíamos, contaremos hasta con un total de 8 tipos de vehículos durante nuestra aventura entre los que poder elegir.

Por otro lado, siempre podremos volver a los lugares que ya hayamos visitado solo con pulsar un botón sobre su icono en el mapa, lo cual agilizará mucho poder completar las misiones que nos aguardan.
Aunque, de todas formas, la exploración es tan divertida y el mapa está tan lleno de cofres y coleccionables que esta opción dejará de tener su atractivo en cuanto tengamos un buen elenco de vehículos a nuestra disposición. Además, mientras conducimos los personajes que nos acompañan charlan entre ellos, profundizando en el lore del mundo o llevando a cabo discusiones de lo más divertidas para amenizarnos el viaje.

En cuanto a los coleccionables, debéis saber que estamos ante un título en el que el farmeo es esencial si queremos avanzar con buen paso en la aventura. Podremos encontrar piezas, materiales y chatarra en multitud de cofres repartidos por todo el mapa y por sus cuevas, así como al derrotar a los monstruos, bandidos y vehículos enemigos que pueblan el desierto, o extraerlos de vetas de mineral, árboles y cactus, por ejemplo, a golpes o disparos.

Podremos encontrar también de vez en cuando, sobre todo en campamentos y asentamientos abandonados, objetos especiales como diarios que nos narran historias del mundo. Y reparando torres de radio dispersas por cada zona en la que se divide el desierto, podremos desbloquear los puntos de interés y los cofres que nos quedan por abrir en kilómetros a la redonda, al más puro estilo Assassin’s Creed u Horizon, lo cual será una gran ayuda para todos los jugadores con corazón coleccionista. Un sinfín de recompensas para aquellos aventureros que no teman recorrer las dunas al volante.

Por último, en algunas misiones tendremos que usar de nuestras dotes de infiltración para que no nos vean los enemigos que patrullan la zona, como durante nuestro asalto a la fortaleza militar para robar nuestro tanque. En esos momentos, deberemos subir por los tejados, cruzar en equilibrio sobre cuerdas y realizar ataques furtivos desde la espalda de nuestros objetivos para eliminarles, dado que si nos encuentran tendremos que volver al último punto de control.

 

¡En este desierto no hay tiempo para aburrirse!

PLAN RENOVE: ¡Actualízate a Nintendo Switch OLED en GAME!
 

UN CAMINO LLENO DE COMBATES, AL MÁS PURO ESTILO SHONEN

En cuanto al combate, como decíamos anteriormente, Sand Land se trata de una mezcla entre shooter y action RPG, por definirlo de algún modo. Tiene todos los elementos de un RPG, pero también podremos apuntar con los distintos vehículos y usar la mirilla de precisión para no fallar el tiro. Todo ello mientras esquivamos los ataques que no dejarán de lanzarnos escorpiones gigantes o velociraptors, por ejemplo. Ya sabéis del amor de Toriyama por los dinosaurios.

En el caso de manejar a Beelzebub a pie, contaremos con ataques débiles y ataques fuertes, alternando entre ellos para formar combos, pudiendo hacer un ataque especial sobre un enemigo cuando le noqueemos de forma temporal.

Al atacar y recibir daño, acumularemos poder de las tinieblas en una barra debajo de nuestra vida. Dicha energía nos servirá para ejecutar habilidades especiales que podremos elegir desplegando un menú radial para ello que harán bastante pupa y agotarán nuestro poder de las tinieblas.
Estas habilidades de combate se podrán mejorar con los puntos que nos otorgarán al subir de nivel en un árbol de habilidades, donde podremos seguir el orden que más nos apetezca: centrarnos en ganar más vida, hacer más daño con los ataques normales, con el poder de las tinieblas, ganar más habilidades especiales, etc…

Asimismo, nuestros dos compañeros, Rao y Thief, también contarán con sus propios árboles de habilidades que funcionarán de forma parecida. En su caso, no atacarán automáticamente, limitándose a esperar que despleguemos alguna de sus habilidades abriendo un menú radial durante el combate.

Por ejemplo, Rao tiene una habilidad que podremos usar para que despliegue un ataque con su propio vehículo, o Thief dispone de otra para colocar una caja explosiva y hacer un daño de área a nuestros enemigos. Esas serán habilidades activas, pero disponen de otras habilidades pasivas que simplemente por el hecho de adquirirlas, ya mejoran la experiencia de juego, como la obtención de más dinero u objetos en los combates.

 

Vuelve a por otra.

 

Durante estos, podremos recuperar nuestra vida bebiendo de la botella de agua que llevamos encima, y si por un casual nos derrotaran, tendríamos la opción de regresar al combate a cambio de toda el agua que nos reste en el indicador. Esta agua, por suerte, se puede rellenar en todos los campamentos del juego, donde tras un tiempo volverá a estar disponible de nuevo. Asimismo, como en cualquier juego de RPG, contaremos con un montón de objetos de recuperación de vida, aumento temporal de ataque o recuperación de poder de las tinieblas.

En cuanto al combate montado en un vehículo es, sin duda alguna, nuestra parte favorita del juego. Mentiríamos si dijéramos que hemos combatido cada dos por tres a puñetazos, pudiendo hacerlo lanzando salvas de misiles a nuestros objetivos. Los vehículos tienen su propia barra de vida, la cual podremos recuperar por medio de objetos o descansando en los campamentos. Así, una de las mejores opciones es la de cambiar de vehículo por medio de su propio menú radial en el momento en que se vaya a agotar su barra de vida, para así evitar que nos derroten en combate.

Cada uno de los vehículos tienen distintos tipos de ataque: el tanque, por ejemplo, cuenta con ametralladora y misiles que dispara en línea recta, el robot saltador, sin embargo, cuenta con una ametralladora de carga más pequeña, un lanzagranadas que dispara en arco y la posibilidad de saltar y caer con fuerza sobre el enemigo de turno.

Todos los vehículos, como hemos comprobado, tienen sus puntos fuertes y débiles, pudiendo adaptar su uso a nuestro estilo de juego o a los enemigos a los que hagamos frente. Porque además de los combates normales, tendremos dos tipos de combates más: contra enemigos Alpha y contra jefes. Los enemigos Alpha son enemigos más fuertes que podremos localizar aceptando misiones de cazarrecompensas disponibles en algunos asentamientos. Estos enemigos, al ser derrotados, nos darán grandes cantidades de dinero y alguna que otra pieza para modificar nuestros vehículos.

Por otro lado, los jefes aparecerán durante la aventura principal, en combates donde no solo contará la fuerza bruta. Tendremos que usar el entorno para escapar y situarnos en el mejor ángulo posible para darles de lleno. Por ejemplo, en el caso de una máquina voladora a la que haremos frente al cabo de unas horas, deberemos situar nuestro tanque en una duna para que apunte hacia arriba, pero parapetándonos detrás de unas rocas cuando nos devuelva los ataques. Incluso tendremos “quick time events” en estos combates, donde deberemos pulsar rápidamente una secuencia de botones para alzarnos con la victoria.

Como veis, el título se enfoca muchísimo en el componente del combate, uno de los puntos donde más destaca este juego.

 

 

SPINO: HOGAR DULCE HOGAR

En cierto punto de la aventura, llegaremos a la ciudad de Spino. La que antes era una urbe llena de vida hoy no es más que un conjunto de casuchas medio en ruinas con una población que comienza a perder la esperanza y piensan en abandonar su hogar.

Nuestra llegada supondrá un soplo de aire fresco para Spino, donde dejaremos que Ann se haga cargo del taller, el corazón de la ciudad.  Desde este negocio, podremos acceder a la posibilidad de modificar, crear y mejorar cualquiera de nuestros vehículos.

Para empezar, podremos equipar las armas nuevas que vayamos encontrando en nuestra aventura, así como subirlas de nivel pagando su coste en chatarra, materiales y dinero. Asimismo, el propio nivel del vehículo también podrá ser mejorado, obteniendo mayor cantidad de vida o de velocidad, por ejemplo, o desbloqueando habilidades especiales como la salva de misiles del tanque, de un modo parecido a las habilidades de poderes de las tinieblas de Belzeebub.

Otra opción muy interesante será la de desbloquear ranuras de mejoras y chips para ellos, donde podremos colocar piezas que aumenten diversas estadísticas, como la velocidad, un menor tiempo de recarga en las armas o el aumento del turbo. Estos chips se pueden encontrar en cofres especiales durante nuestras aventuras, y no pueden ser creados ni mejorados.

 

Asustando al personal lo pasamos fenomenal.

 

En el taller también podremos crear vehículos nuevos, por lo que será un eje fundamental si queremos avanzar en la aventura, ya que muchas misiones necesitarán de un vehículo en especial para poder completarlas. Además, hay muchos escondites en Sand Land a los que solo podremos acceder con las habilidades de los vehículos, o incluso participar en pruebas contrarreloj con las que conseguir jugosas recompensas.

Además del taller, en Spino tendremos la típica tienda donde vender y comprar objetos y piezas y la presencia de un curioso personaje con forma de gato que nos cambiará las monedas antiguas que encontremos por mapas de los distintos territorios del juego. Estas monedas podremos localizarlas en las ruinas que pueblan el desierto, lugares donde deberemos avanzar y combatir contra todo tipo de enemigos buscando los cofres que las contienen, y agenciándonos nuevas piezas y materiales por el camino.

Por último, será en Spino donde cuando avancemos un poco más, podremos desbloquear nuestra propia vivienda, la cual podremos decorar a nuestro gusto con todo tipo de muebles y accesorios, otorgándole al título un componente creativo para relajarnos entre tantas batallas (¡y engancha mucho!). Pero no os lleguéis a pensar que Spino seguirá siendo una ciudad en decadencia por mucho tiempo. Conforme vayamos completando todo tipo de misiones principales y secundarias, atraeremos a un elenco de variopintos personajes que se mudarán a la ciudad, abriendo más negocios, posibilidades y más misiones que completar. Toda una ciudad en nuestras manos que podremos ayudar a mejorar con cada una de nuestras hazañas.

 

UNA DELICIA PARA LOS AMANTES DEL MANGA/ANIME

Para terminar, hay que comentar que visualmente nos encontramos ante un juego precioso. Contaremos con gráficos cel-shading al más puro estilo de cualquier juego basado en un manga/anime. Y es que esta opción es lo que mejor le sienta a una obra de Toriyama, como se ha podido comprobar en cualquier juego de Dragon Ball o Dragon Quest.

El apartado sonoro tampoco se queda atrás, alternando melodías ambientales, de tintes etéreos, que nos acompañan durante nuestra exploración entre las dunas a momentos de música tremendamente épica cuando nos enfrentemos a un duro combate con un jefe.

Las voces, no obstante, no están dobladas al castellano, encontrándonos con la opción de inglés o japonés, aunque el juego sí que está totalmente localizado, con subtítulos en todas y cada una de las conversaciones y cinemáticas.

 

No recordaba así a Papá Noel.

 

 

En cuanto a duración, calculamos que la historia principal nos llevará en torno a 20 horas para ser completada, aumentando al doble o más si nos dedicamos a realizar todas las misiones secundarias, exploramos todas las ruinas, reunimos todos los cofres y tesoros y completamos las pruebas contrarreloj. Una buena cantidad de vicio para los paladares más completistas.

En resumen, Sand Land nos ha demostrado que nunca es tarde si la dicha es buena, y que se puede extraer un gran producto de una gran obra. Sobre todo, si la mano que la ejecutó en primer término era la de semejante genio, capaz de crear tantas obras que nos han conmovido y que, estamos seguros, conmoverán a las generaciones futuras. Y ese es el mejor legado que nos podría haber dejado el gran Toriyama.

Ya puedes comprar hacerte con Sand Land en GAME y su chulísima edición coleccionista.

 

¡Nos vemos en el desierto!

 

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