Hablar de System Shock es hablar de un clásico de los videojuegos y, como ocurre desgraciadamente con algunos clásicos, a veces pasan desapercibidos en nuestras vidas por diversos motivos.
Es aquí donde entra la magia de Nightdive Studios, encargados de suplir esta injusticia cósmica y de traer al mundo moderno esta obra de arte llamada System Shock, dándole un retoque más que necesario a diferentes aspectos como los gráficos, el sonido, los controles, los menús y la jugabilidad. Lo que viene siendo una buena capa de chapa y pintura después de casi 30 años, vamos. Y ya os adelantamos que ha merecido mucho la pena.
Fans de la ciencia ficción y el survival horror, preparaos para descubrir un titulo que influenció a gran parte de los juegos actuales y cuyos ecos resuenan todavía a día de hoy en la industria.
BIENVENIDO A LA ESTACIÓN ESPACIAL CIUDADELA, ME LLAMO SHODAN
Si hay algo que envejece como el buen vino es una buena historia, y la de System Shock podría considerarse un Rioja dentro del género, más aún teniendo en cuenta las limitaciones de 1994, año en el que se estrenó el juego original.
El título comienza con una pequeña introducción en la que encarnamos al protagonista, uno de los mejores hackers del mundo, en un mundo futurista en el que las grandes corporaciones son las dueñas totales del cotarro. Como nadie es perfecto, nuestro querido amigo es arrestado por sorpresa en su casa en plena faena mientras robaba datos de una de estas compañías, por lo que nos trasladarán a la estación espacial que hace de base de esta y en la que nuestro castigo será trabajar para ellos.

Yo el día después de salir de fiesta.
Muy pronto nos daremos cuenta de que algo no anda muy bien por esos lares y conoceremos a la que, sin ánimo de haceros demasiados spoilers (gran parte de la gracia del titulo giro en torno a esta), es la causante de todo: SHODAN. Un personaje que ha quedado grabado en la memoria colectiva de los jugadores durante décadas por una buena razón.
Y es que el argumento del juego no podría estar más de moda que ahora, ya que SHODAN es una Inteligencia Artificial que maneja la estación de dicha corporación y que parece haber perdido definitivamente el norte. Poco a poco iremos conociendo lo ocurrido y los planes y motivaciones de esta, la cual crea inevitablemente una atmosfera de opresión y sensación de constante vigilancia sobre nosotros que os cautivará y mantendrá en tensión absoluta hasta que estéis delante de los títulos de crédito.
De System Shock y su estilo de narrativa beben títulos posteriores que amamos como Bioshock (sucesor espiritual de este), Portal o Prey entre otros muchos, algo que para alguien que descubra ahora el titulo dará constancia de la importancia que pudo suponer un juego de estas características en su época.
Iremos descubriendo poco a poco los pormenores de la historia mientras nos empapamos en sus detalles gracias a elementos que iremos descubriendo como notas escritas, registros de audio de la tripulación y, sobre todo, nuestras conversaciones con SHODAN.
LA EXPLORACIÓN ES LA CLAVE
La exploración de la nave es el eje central en el que gira todo el gameplay de System Shock. El titulo nos presenta 9 zonas o plantas que iremos explorando, a cada cual mas perturbadora como si estuviéramos descendiendo por el mismismo infierno de Dante pero en versión ciberpunk. La mecánica básica se repite a lo largo de estas: tendremos que avanzar haciendo frente a diferentes enemigos, que no son más que los propios antiguos habitantes de la estación transformados por SHODAN mediante un virus, mientras conseguimos nuevas armas, implantes cibernéticos que desbloquearán diferentes habilidades, mejoras para nuestras armas y objetos consumibles con diversos efectos.
Nuestro sentido de la orientación se pondrá a prueba en unos amplios y laberinticos escenarios que nos obligaran a resolver ciertos puzles, conseguir llaves o códigos para abrir puertas y revisitar algunas zonas mientras disfrutamos de su acogedora ambientación opresiva y algún que otro susto. La sensación que estar siendo vigilados, de opresión y de soledad son uno de los puntos fuertes del título. Los sonidos guturales de las criaturas que escuchamos a la vuelta de cada esquina ayudan mucho a esto.
Si te preocupa la dificultad elevada tan común en este tipo de género no te preocupes, ya que al iniciar la partida podremos seleccionar el nivel de esta en varios apartados como el combate, la cantidad de enemigos, la complejidad de los puzles… algo que se agradece bastante si no te apetece desesperarte muriendo constantemente o quedándote atascado en alguno de sus rompecabezas.

Cuando la siesta se te va de las manos.
HABLEMOS DE LAS MEJORAS
System Shock es un auténtico clásico del género, pero mentiríamos si no dijésemos que ya necesitaba varias mejoras para poder hacerlo accesible a los jugadores de hoy en día.
En estos casos, la duda en las desarrolladoras se debate entre cuántos elementos del juego cambiar y modernizar a costa de perder inevitablemente algo de esencia del título original. Aquí se ha optado por una opción muy conservadora, en la que se mantiene en su mayoría el gran núcleo central y se actualiza solo las cosas básicas que pueden mejorar la experiencia y que ya lastraban el achaque del tiempo: la interfaz, los gráficos, el sonido y el control.
Gráficamente, el juego mezcla a la perfección un estilo que se siente retro con texturas pixeladas y escenarios sencillos, con efectos de iluminación que sorprenden muy gratamente junto con una fluidez de fotogramas muy satisfactoria. La experiencia visual es muy grata a nivel general, sin llegar a recargar de elementos que disten mucho de la obra original.

A las videollamadas del juego les falta el sonido del TEAMS para ser aún mas terroríficas.
En el apartado sonoro se han regrabado efectos y voces para adecuarlos a la actualidad, unas voces que se mantienen en su idioma original con subtítulos en español, todo ello acompañado con una música electrónica muy chula. Gran detalle también de parte de los desarrolladores el haber contado de nuevo con la misma actriz de doblaje para recrear la voz de SHODAN.
No obstante, quizá la mejora que más agradecerán los nuevos jugadores es la realizada en cuanto a la jugabilidad y los menús del juego, un HUD que mantiene un inventario en forma de casilla al estilo de la saga Resident Evil que podremos gestionar a nuestro antojo y que junto a otros elementos como el mapa y la interacción con el escenario han sido rediseñados para adaptarlos de forma perfecta al control con mando. Se juega mejor que nunca.
EN RESUMEN
System Shock regresa en forma de remake totalmente necesario que sabe mantener a la perfección la esencia que hizo grande al título original. Una ocasión ideal para todos aquellos, entre los que me incluyo, que siempre han querido acercarse a este clásico pero que el paso del tiempo en lo jugable les echaba para atrás. O también, para aquellos fans nostálgicos que pudieron disfrutarlo en su momento y que quieren revivir esta tétrica e increíble aventura.
Un clásico modernizado que ya puedes jugar en PlayStation 5 y Xbox Series y que puedes conseguir en formato físico en GAME.