En este, vuestro blog amigo, ya hemos realizado en anteriores artículos mogollón de retro-comentarios: que si “los marcianitos… yo estuve allí, Gandalf”, lo de “el aroma de los salones recreativos, mucho humo y más chicles pegados…” u otras paridas similares. Asumámoslo, por nuestra edad, unos cuantos miembros del staff vivimos la transición absoluta, en apariencia lenta pero inexorable, de las maquinitas a los sistemas domésticos. Y eso que parecía imposible disponer de los graficazos 3D de los que gozaban los nuevos títulos en el género de moda noventero, la lucha tipo Versus, en nuestros hogares. ¡BRUJERÍA! (o “Lo hizo un mago”) exclamaríamos al ver cierta flipada poligonal, replicada en nuestras Playstations. Corría 1995, y se trató del comienzo del fin de una era, mas fue también el inicio de un reinado con puño de hierro… (¿lo pilláis? Por la coletilla del título… ja, ja…).
Tekken es, a los juegos Beat’em up 1 contra 1 en 3D, lo que Michael Bay a las explosiones: sin haberlos creado, son sus máximos exponentes. Y ahí sigue la saga, treinta años después, al pie del cañón, sin dejar de ser el referente (anda, igual que el BAYhem en lo de reventar cosas) y un éxito de ventas. Porque, donde otras franquicias rivales cayeron en desgracia o pasaron al olvido ante la desaparición de los arcades, las consecuentes entregas ofrecidas por Bandai Namco se reinventaban para mantenerse vivas. El paso de combatir con un desconocido a tu lado en un local, fulminando tropecientas monedas de 5 duros, a poder enfrentarte a cualquier persona del mundo en red desde la comodidad de casa, fue grande, y casi toda la competencia tropezó al darlo, pero los Mishima salieron también airosos. Y parece que seguirán triunfando próximamente, visto lo visto en la beta online cerrada a la que hemos tenido acceso…
“Uno contra uno son Ocho, quién me lo iba a decir… que era tan fácil, ser feliz”
Si pilláis el chascarrillo Serraniense anterior, ya tenéis una edad. La idónea para valorar que, llegar a la octava entrega en algo, tiene un mérito brutal. Tekken ha ido dejando los cuerpos inertes (metafóricamente hablando) de sus rivales, abandonados en el campo de batalla, secuela tras secuela, y sin mirar atrás. Siempre conservando un estilo propio y característico, no iba a perderlo ahora. Una jugabilidad directa y sin complicaciones, basada en dos personajes en pantalla enfrentándose, cada uno con su barrita de salud representada, y que, a cada piñazo del oponente, bajará. Los golpes se realizan con los cuatro botones frontales del mando, dos para patadas, y dos para puñetazos. Y el que reduzca la vitalidad a cero del rival tras varios rounds, sale victorioso. Pero todo esto ya os lo sabéis, claro. Toca hablar de las jugosas novedades que hemos encontrado, y los cambios que se pueden atisbar, de aquí al futuro lanzamiento del título.
Hace falta valor, ven a la escuela de calor… o usa su indicador
Empecemos con algo muy calentito… de forma literal, pues hablamos del Sistema Heat (“la caló”, pero en british) que debuta en Tekken 8. Se trata de un indicador, situado debajo de la barra de salud, que estará completo al inicio de cada ronda. Una vez decidamos activarlo, mediante la pulsación del R1 o a través de ciertos combos únicos (o “Heat Engagers”), todo se pondrá al rojo vivo. Mientras nos encontramos en estado “caliente” (insertar broma AQUÍ), el cuerpo de nuestro personaje emitirá llamas, y pasará a un estado de bestia parda, mejorando brutalmente su fuerza y ataque. Esta condición aumentada se irá agotando y terminará cuando la correspondiente barra se vacíe. ¿Mejor usarla pues al inicio del round o aguantar y dar un vuelco total para ganar, cuando el rival haya usado ya toda su artillería? Decisiones estratégicas que se deben tomar, gente.
Serán varias las ventajas que disfrutaremos mientras dure el estado Heat. Por ejemplo, el daño convertible en los movimientos: incluso cuando bloqueen nuestros ataques, se infringirá pupita en el rival, primando así el ser más agresivo. Además, si lo activamos mediante las combinaciones específicas de cada luchador, en vez de pulsando R1, también recuperaremos algo de salud y crearemos una apertura de ataque. Puede pasar que no todo salga como planeábamos, y nos cansemos de ver cómo la barra baja velozmente (aun pudiendo frenar su descenso con algunas técnicas), mientras el contrario simplemente se sacude el polvillo de los hombros a lo Bruce Lee como si nada; ahí lo mejor será desencadenar el Heat Smash. Este poderoso (y vistoso) movimiento vaciará totalmente el contador del Heat, pero si engancha al rival, le dará un zambombazo que tardará en olvidar. Bueh, si es contra la CPU, igual sí, y rápido.
La perfección se consigue juntando lo clásico con lo más innovador
Vayamos ahora con otras innovaciones que se unen a particularidades de la saga ya asentadas. Por ejemplo, la función de “Estilo Especial”, que se activa y desactiva con el botón L1. Al pulsarlo, cambiamos del formato de control clásico, a uno más sencillo y accesible para jugones menos versados en la franquicia. Así, cada botón frontal tendrá una función específica distinta, permitiendo combos de forma automática o una defensa más fácil cuando nos presionen. Ya no habrá excusa que os puedan poner cuando os venga compañía a casa y le ofrezcáis echaros unas partidas; con esta modalidad de manejo, lo de “no me sé los botones y bla-bla” del juego es agua pasada. La democratización del Tekken ha llegado (¿grandilocuentes nosotros? Nah).
Cosillas que vuelven: El estado Rage (si surge luchando contra la máquina, ¿es Rage Against the Machine?). Al quedarnos poca salud, nuestro combatiente emitirá un brillo rojizo, y sus ataques ganarán fuerza en este modo “ira”. Podremos entonces ejecutar el Rage Art con el botón R2, el movimiento ofensivo (en plan desesperado) final, con el que arrear un buen bocado a la barra de vitalidad del oponente, a costa de acabar con nuestro estado iracundo. También pudimos probar la efectividad de los “ataques blindados”, unas técnicas muy eficaces cuando ejercen mucha presión sobre nuestro luchador.
Tu cara me suena… pero te la voy a dejar echa un cromo
Son numerosos los rostros de entregas pasadas de la saga que regresan, junto a algún añadido. Y ojo que tiene pinta, por los rumores y algunas infos sacadas por mineros de datos (yo me imagino a peña con cascos picando entre ceros y unos), que esta plantilla aún dista de estar completa. ¿Veremos pues más rostros en el producto final? Sea como fuera, los dieciséis guerreros seleccionables en esta prueba nos parecieron más que suficientes: Hwoaragang, Xiaoyu, Asuka (la favorita de la eterna Celia Cruz: “¡ASUUUKA!”), Jin, Kazuya, King, Paul, Bryan, Lili, Lars, Leroy, Jun, Nina, Jack-8, Law y Claudio. Todos ellos, con un estilo de pelea determinado: Kárate, Taekwondo, Lucha libre, Judo, Kickboxing…
¿Y cómo están representados estos combatientes? Pues fantásticamente. En los que ya son iconos de la industria, notaremos los estragos del tiempo sobre su piel, de forma increíble. Sí, envejecidos, portando otros ropajes, pero con un nivel de detalle flipante, nunca visto antes en la saga. Los gráficos poligonales, con los que se muestra a los luchadores, son sublimes; mantienen un diseño realista y no muy alejado de la séptima entrega, así que no esperéis muchos colorinchis. Y ojo con los escenarios, que no se quedan atrás. Las cinco arenas de combate elegibles en esta beta cerrada nos dejaron con ganas de ver más, gracias a sus variadas ambientaciones y asombrosos efectos de luz. Mención especial al situado en el centro de una gran urbe (con inspiración “Times-Squariana” clarísima).
Lo mejor está por llegar
Este pequeño anticipo, que hemos podido gozar durante un periodo de tiempo limitado, nos ha permitido atisbar que Tekken 8 va a ser grande. Conocido y novedoso a la vez. Si la mecánica jugable se mantiene intacta, preparaos para combates muy veloces, con un dinamismo sorprendente y rara vez visto en el género (¿magias? ¿quién las necesita?). Un completo tutorial os facilitará además aprender y practicar todas las técnicas disponibles. Y, por último, y no menos importante, tratemos de la estabilidad de las partidas en línea: exquisita. Así de fácil. Ni un cuelgue, ralentización o desconexión; todo fluido y suave como la seda. Podremos escoger, mediante un selector, si queremos batallar con gente de nuestra misma plataforma u otras, pero en ningún caso hemos notado problema alguno.
A falta de una fecha confirmada para el lanzamiento de Tekken 8, solo podemos recomendaros que estéis atentos a la web de GAME, u os paséis asiduamente por vuestra tienda más cercana, para reservarlo en cuanto esté disponible. Si sois aficionados a los juegos de lucha, tiene pinta que esta entrega se va a convertir en un imprescindible. El rey del Torneo del Puño de Hierro viene a reclamar su trono, y no esperéis que su reinado tenga fin.