Han pasado 30 años. Y aún percibo el olor a recién pintado. Lo llamaban el buque de los sueños, y realmente lo era —No, wait, esa frase es de la peli sobre un barco insumergible— Lo llamaban el arcade de los sueños, y realmente lo era; así mejor. Street Fighter II fue la recreativa más ansiada en su momento, y tres décadas después, sigue copando las listas como uno de los mejores juegos, no solo de su género (Beat’em up Versus, lucha o “piñazos uno contra uno”), sino de la historia.
Desde su concepción original como cabina de salón recreativo hasta hoy, siendo una licencia de fama mundial, la saga SF nos ha ofrecido grandiosos productos transmedia (anglicismo, dícese del calcetín largo y transparente que se transforma. O no). Toca tratar sobre el más mítico de ellos, en su puesta al día, engalanado para la ocasión con una edición de lujo, cortesía de Selecta Visión. Sin más contemplaciones, para los que sois gente de mucha acción y pocas palabras, dentro vídeo… HADOUNBOXEEEEEN!!!!
Corría el año 1994. Atrás quedaban fenómenos de principios de los noventa como las Olimpiadas de Barna-city o Curro (la mascota de la Expo. Y sin lo que me quedaré yo por este texto), pero la franquicia Street Fighter estaba en su máximo esplendor. Los aficionados rogaban por una adaptación a película de nuestros amados luchadores, y desde Japón, Capcom nos escuchó. En verano de aquel año, llegó la mejor versión posible a las salas de varios países. Sin belgas que hacen el espagat, ni famosas cantantes de las antípodas. Aquí no hay carne (jum… ¿alguien ha dicho Chun-Li y ducha?) real de gente sobre actuando, ni FX cochambrosos, sino anime de exquisita factura.
La historia comienza plasmando en pantalla una de las escenas más míticas del lore (trasfondo. O señorito en inglis) de la saga, con el épico enfrentamiento entre Ryu y Sagat, del cual este último se llevará un hermoso recuerdo en forma de leve arañazo. Tras la introducción a esta gran rivalidad, una elipsis temporal nos sitúa en un futuro cercano, donde el sindicato criminal Shadowlaw (o Shadaloo. No confundir con cierta canción clásica de grupo sueco), liderado por M. Bison, no se corta maquinando cosas mazo chungas para desequilibrar la paz mundial: asesinatos, compra/venta de armas y tráfico de drogas (anda, igual que en el rodaje de—CENSURADO). Y ahora van en busca de los guerreros callejeros más fuertes del planeta.
Por suerte, siempre queda gente de bien para proteger a la humanidad, empezando por la investigadora china Chun-Li (todos la conocéis, la del peinado) o el mayor del ejército estadounidense Guile (todos le conocéis, el del peinado). Unirán sus fuerzas a las de otros luchadores alrededor del globo, para desentrañar el secreto del psicopoder de M (de Manuel, pero se cansó de que le llamaran Lolo y lo cambió) Bison y detener a sus esbirros.
Un argumento sencillo y fácil de seguir (es SF, no esperéis capas narrativas con giros Nolanianos), pero extremadamente fiel a lo contado en los juegos, se complementa de forma excelsa con una animación cuidadísima. Los dibujos 2D son las representaciones más fidedignamente imaginables de los personajes pixelados. Y ojito, porque sea cual sea vuestro luchador favorito, tendrá su momento de gloria en pantalla para que lo gocéis, pues hacen presencia a lo largo del metraje el elenco completo de la versión Súper: 16 guerreros en 14 encarnizados combates, a lo largo de más de 100 minutos de acción sin pausa y sin censura (sep, veréis sangre. Y chi, veréis pecho-najes sufriendo).
¿Y qué se puede decir del relanzamiento del film que acaba de poner a la venta Selecta Visión en nuestro país? Pues de mano, que es un combo de 5 hits por contenido, y un Perfect por calidad. Esta edición coleccionista se encuentra disponible a la venta en dos formatos: Mega para los que crecieron con cierto erizo azul, o Super para los fans del fontanero italiano. Las cajas y el interior de cada una replican fielmente las estéticas de MegaDrive y Super Nintendo, una oda a lo retro que hará saltar la lagrimilla de alegría a más de un jugón talludito (y a los que no vivieron aquella época, les servirá para entender el dicho sobre los tiempos pasados…).
Un buen continente con un mal contenido es como lanzar un Shoryuken a quien vive agachado y cubriéndose: poco interesante. Por suerte, el material incluido en estas ediciones luce aún más que sus preciosos empaquetados. Empezando por 2 discos, uno con la peli en Blu-ray y el otro en DVD, para poder disfrutarla en cualquier reproductor (actual, no los metáis en la gramola del yayo). La calidad de imagen es perfecta, en alta definición, en panorámico, y remasterizada. En cuanto al audio, dispondremos para elegir entre las voces originales japonesas o en castellano, que en su época fueron grabadas con esmero en uno de los mejores estudios de doblaje patrios.
A Selecta le van los retos, en plan Modo Survival en dificultad Hardcore con Handicap de 8 estrellitas. Se propusieron incluir la réplica de los libretos que daban en los cines japos de la época (cosas buenas del país del Sol Naciente, en cambio tiene chocolatinas sabor boniato), y negociando con la central de Capcom lo han conseguido. Y menudo trabajazo se han pegado. Un artbook totalmente traducido, con textos explicativos de la saga, biografías de los personajes, fichas técnicas… son 24 páginas en papel de altísima calidad que nunca antes se había publicado en nuestro país en este formato.
¿Os parece poco todo lo anterior? En cuanto os digamos lo demás que incluye este pack, querréis haceros con él y agarrarlo fuerte, nivel Doble Lazo de Zangief. Cuches tan magníficas como 7 figuritas recortables de varios luchadores para que decoréis con estilazo, y un conjunto de postales hiper-detalladas, conmemorativas por el aniversario de la franquicia, que ilustran algunos de los mejores momentos del juego. Recordad que os podéis hacer con ambas versiones de esta magnífica Edición Especial a través de la web de GAME o en cualquiera de sus tiendas. Y si entráis haciendo una “chilena” o una patada giratoria (sin golpear nada, plis) , seréis recibidos entre vítores. Yo bajo en nada a comprar la que versión que me falta, así que practicaré un poco más mi Yoga Flame— ¡OSTRAS LAS CORTIIIINAAAS!