[#PorQuéTeGustará] 🟢 DESTINY 2: ECLIPSE – El mejor contenido del juego hasta la fecha y que demuestra que Destiny está en mejor forma que nunca 🟢

Cada vez queda menos para que Destiny 2 llegue a su fin, y en esta penúltima expansión del juego hemos podido profundizar más en los motivos de «El Testigo», su discípulo y viejo conocido Calus y la nueva subclase de oscuridad «Atadura», ¡te contamos qué nos ha parecido!

El Testigo, uno de los enemigos más misteriosos de la saga y el ente detrás de la oscuridad.

Muchos años con Destiny… y una gran evolución

Los veteranos de Destiny 2 que llevamos en esto desde el lanzamiento del primer Destiny allá en 2014 hemos vivido mucho. En ocasiones, grandes momentos de la saga, pero en otras, sequía de contenido y una trama que no estaba a la altura. Sin embargo, al César lo que es del César (o en este caso, a Caiatl lo que es de Caiatl), porque en los últimos años, desde Más Allá de la Luz, Destiny ha sabido reinventarse y avanzar, dándole a los jugadores una gran cantidad de nuevo contenido que han ido haciendo que el juego, a día de hoy, esté en su mejor momento. Destiny 2 alcanzó un record de pico de jugadores simultáneos con el lanzamiento de Eclipse, pero esto no es ninguna sorpresa viendo el trabajo que hay detrás.

A medida que los jugadores han pedido cambios, Bungie ha actuado rápido. Primero, se ofrecieron más explicaciones sobre la oscuridad y un nuevo poder y subclase de oscuridad con Más Allá de la Luz (2020); luego, con La Reina Bruja (2022) se nos dio una de las campañas más memorables de la saga hasta la fecha, y a lo largo de este último año, se han mejorado y actualizado todas las clases de luz para hacerlas más poderosas y equilibradas. Por último, con Eclipse (2023) tenemos una nueva subclase de oscuridad, «Atadura», que resulta increíblemente poderosa y flexible, y que además nos ofrece una campaña sencillamente espectacular.

Es un momento increíble para ser fan de Destiny, y tanto si has seguido en el barco todos estos años, pese a todo, como si lo dejaste y ahora te planteas volver, no podrías estar en un momento mejor.

El fin de una era… o al menos, el principio del fin.

Con Eclipse, estamos en la antesala de lo que será el final de Destiny 2. Lo que ocurrirá más allá de eso, no lo sabemos. Tras Eclipse, nos aguarda la última expansión, «La Forma Final», y que tendremos previsiblemente en 2024. Así pues, Eclipse tenía un listón muy alto que superar, ya que es el nexo entre todo lo que conocíamos ahora, y lo que supondrá el desenlace de más de 10 años de narrativa. Visto así, la tarea parece colosal, ¿no?

En la práctica, y sin entrar mucho en spoilers, aunque la narrativa y ritmo de Eclipse son muy buenos, esta expansión deja más preguntas que respuestas. ¿Y esto entonces, es bueno o malo? Bueno, pues depende. Tenemos que entender que Eclipse realmente no solo es esta expansión, sino que también incluye un año entero de temporadas y eventos que irán desarrollando la narrativa y ofreciendo más respuestas, como ocurrió con La Reina Bruja. Entonces, si entendemos Eclipse como una expansión para darte una nueva localización alucinante, nuevas habilidades, armas, personajes y contenido que te mantendrá un año queriendo jugar a Destiny 2… ese objetivo se consigue con creces.

Al final, Eclipse no es el final, sino el principio del fin. Por tanto, es lógico que queden muchas preguntas sin resolver que se irán atando hasta la próxima expansión, concluyendo todo y respondiéndose a todo, previsiblemente, con La Forma Final. Como fan de Destiny desde 2014, y con más de 3.000h en todos mis personajes y en ambos juegos, a mí Eclipse me ha encantado. Pero es que, también he podido jugarlo a ratos con alguien que hacía meses que no volvía al juego, y le ha gustado muchísimo. Eso tiene que significar algo, ¿no? La fórmula sigue funcionando, y cada expansión sigue generando el interés tanto de viejos jugadores como de aquellos que se tomaron un descanso.

El Emperador Calus, un viejo conocido, ha hecho un pacto con la Oscuridad para obtener nuevo poder… ¿pero a qué precio?

Atadura, Neomuna y la Legión de las Sombras: un desafío altamente gratificante

El núcleo de Destiny 2: Eclipse, son estas tres cosas. Por un lado, la «atadura», una nueva e increíble subclase de oscuridad basada en inmovilizar y controlar a los enemigos, y cuya flexibilidad y cantidad de «builds» que se pueden hacer no tiene precedentes en la saga. Con la atadura, se demuestra una capadidad creativida y de entender la evolución que debe tener el gameplay de Destiny muy profunda por parte de sus creadores. Además, a lo largo de la campaña se nos va enseñando a usar este nuevo poder, con un montón de trucos, consejos, y dándonos poco a poco más y más hasta que al final de la campaña conseguimos desbloquear el nuevo poder, como ocurrió en Más Allá de la Luz. Es una subclase muy novedosa, y tengo muchas ganas de ver qué harán los jugadores con ella y cómo combinarán los nuevos poderes.

En cuanto a Neomuna, se trata de una nueva localización que mezcla estilos futuristas y «retro-cyberpunk» que aportan un soplo de aire fresco a los escenarios ya vistos en la saga. Además, Neomuna está lleno de secretos, actividades, sectores perdidos… y todo ello acompañado de enemigos tremendamente desafiantes y encarnados en los Vex y la Legión de las Sombras. Estos últimos, son los cabal comandados por Calus, y que ofrecen una nueva variedad de enemigos muy interesante. Destacan aquí los Inquisidores, unos seres con poderes brutales y despiadados de vacío y que actúan como «mini-jefes» que nos lo harán pasar muy mal y nos ofrecerán grandes desafíos cada vez que nos enfrentemos a ellos.

La atadura, un nuevo poder de la oscuridad que nos ofrecerá un montón de nuevas posibilidades.

Conclusiones sobre Destiny 2: Eclipse

Con todo lo anterior ya sobre la mesa, podemos decirte que Destiny 2: Eclipse nos ha parecido una expansión que aporta muchísimo a la saga y que supone una experiencia imprescindible tanto para veteranos como para jugadores que se bajaron del barco en algún momento. Gracias a su nueva localización, subclase y todas las aportaciones a la trama y la narrativa, tanto la campaña como el contenido extra son altamente disfrutables -y eso que aún debemos descubrir el contenido de Ocasos y la nueva incursión, que en el momento de escribir este texto no estaba disponible-.

Falta muy poco para que Destiny 2 llegue, nunca mejor dicho, a su «Forma Final», pero desde luego este interludio con Eclipse merece muchísimo la pena, nos ha encantado y auguramos un año lleno de contenido increíble, respuestas y mucho potencial tanto de Neomuna como de la nueva subclase de Atadura. ¡No te lo puedes perder!

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